El Gobierno de Argentina duda de que el fiscal Alberto Nisman, encargado de investigar el atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en 1994, escribiese la denuncia contra la presidenta, Cristina Fernández, y otros altos cargos porque es «un hombre formado» y el documento, una «burrada».
«Nisman no pudo haber escrito esa burrada, plagada de horrores jurídicos», ha asegurado el secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, en declaraciones a los medios. En este sentido, ha subrayado que el escrito «no tiene asidero» y ha apuntado que Nisman «sabía mucho de Derecho».
El fiscal, que el pasado lunes apareció sin vida en su domicilio junto a una pistola, acusó a la presidenta argentina y a su ministro de Exteriores, Héctor Timerman, entre otros cargos públicos, de encubrir a los iraníes sospechosos de llevar a cabo el atentado de la AMIA, en el que murieron 85 personas.
El Gobierno ha sugerido en los últimos días que la denuncia de Nisman fue promovida por agentes del servicio de Inteligencia que también podrían haber estado implicados en su muerte. La propia jefa de Estado dijo el jueves que la muerte de Nisman «no fue suicidio» y que el fiscal fue «usado en vida» para que acusara al Gobierno pero luego le necesitaban «muerto».
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, ha defendido este viernes que, en las formulaciones de las «hipótesis» sobre la muerte de Nisman por parte del Gobierno, «ha primado la prudencia», según La Nación.
El ministro de Exteriores también ha negado cualquier responsabilidad del Ejecutivo en la muerte de Nisman. «No, absolutamente no», ha respondido Timerman en la cadena CNN cuando se le ha preguntado por la supuesta implicación del Gobierno.
«Nadie quería más que Nisman viviera y contestara las preguntas que la presidenta y yo», ha dicho en esta entrevista, recogida por la agencia oficial argentina Télam.
Investigaciones abiertas
Entretanto, prosiguen las investigaciones para esclarecer la muerte de Nisman, que ha sumido a Argentina en un escándalo social y político sin precedentes en los últimos años.
En los últimos días, se han sucedido las hipótesis de todo tipo, como la del autor de la bigrafía de Nisman, Gustavo Perednik, quien ha asegurado que «a Nisman lo asesinaron», informa Clarín. «Dejemos de hablar de suicidio, inducido o no inducido, lo mataron», ha apostillado.
La exmujer del fiscal, la jueza Sandra Arroyo Salgado, se ha presentado este viernes ante la Fiscalía para ser querellante en la causa y solicitar una nueva autopsia. La juez encargada de las investigaciones, Fabiana Palmaghini, debe ahora decidir si admite a Arroyo como parte.