El número de muertos en las protestas por el cuarto aniversario de la revolución en Egipto ha ascendido a 18, entre ellos tres policías, según el último balance facilitado por el Ministerio de Sanidad, tal y como ha recogido el diario egipcio 'Al Ahram'.
Según estas informaciones, un total de diez personas, entre ellas un policía, han muerto en el barrio cairota de Matariya, donde se han registrado los principales enfrentamientos entre seguidores del derrocado presidente Mohamed Mursi y las fuerzas de seguridad.
Por otra parte, otro civil ha muerto en El Cairo y otros dos en Giza, a los que hay que sumar el fallecimiento de dos policías que fueron tiroteados desde un vehículo en movimiento, según ha informado la agencia estatal egipcia de noticias, MENA.
El balance facilitado por el Ministerio de Sanidad incluye la muerte de otro civil en la localidad de Alejandría, así como el fallecimiento de dos personas tras estallar una bomba que estaban colocando en la gobernación de Beheira.
El Ministerio de Sanidad ha agregado que al menos 38 personas, entre ellas once policías, han resultado heridas y que un total de 150 «alborotadores» han sido detenidos durante la jornada en todo el país.
A las protestas convocadas por el cuarto aniversario de la revolución se han sumado las manifestaciones celebradas por la muerte de la activista Shaimaa el Sabagh a manos de la policía durante la jornada del sábado.
El Sabagh, de 33 años de edad, participaba en una manifestación convocada por el Partido Alianza Socialista Popular, al que pertenecía, en la plaza Tahrir para recordar a los muertos por la represión de las protestas de 2011 cuando fue tiroteada por la Policía. Cientos de personas han participado en su funeral en Alejandría.
La activista era una conocida defensora de los derechos de los trabajadores y una destacada miembro del Partido Alianza Socialista Popular –que apoyó la revolución de 2011 y las protestas que se saldaron con el derrocamiento de Mursi en 2013– en la localidad.
El primer ministro egipcio, Ibrahim Mahlab, ha asegurado este mismo domingo que cualquiera que cometiera un error sería juzgado con justicia. «El Estado surgido tras la revolución del 25 de enero respeta la ley y la aplica a todo el mundo», ha dicho.
Por su parte, su partido ha acusado a las fuerzas de seguridad de asesinar a El Sabagh de forma premeditada y ha lamentado la «fuerza excesiva» empleada por los agentes para dispersar a los manifestantes.