Conocido como el 'Pulgarcito de América' por su pequeño tamaño, El Salvador comienza a dar pasos de gigante en el sector turístico. El país abre sus puertas al mundo y ofrece a los turistas un amplio abanico de actividades para disfrutar a fondo de la cultura salvadoreña y del encanto de este paraíso desconocido de centroamérica. Desde el turismo de aventuras, pasando por rutas innovadores para descubrir el mundo Maya hasta deportes de riesgo. En tan solo cinco años, desde el año 2009, el país ha crecido más de un 23% en turistas internacionales con un cierre anual de 1,8 millones de visitantes, mientras que sus ingresos se han duplicado hasta los 1.100 millones de dólares.
Con sus 300 km de playa se ha convertido en el destino favorito de los surfistas que viajan sobre todo desde Estados Unidos y Australia para buscar las mejores olas. Además el país también es famoso por sus «distancias cortas». Las playas para surfear se encuentran a 35 minutos de la capital. Por otro lado el volcán El Salvador está a 20 minutos y los países colindantes a tan solo unas horas.
Gracias al impulso de su actividad económica y su despunte respecto al incremento de visitantes en los últimos años, el turismo representa en este momento un 3,9% del PIB, frente al 2,5% de hace cinco años. Se ha consolidado así como el país con más crecimiento de toda la zona de centroamérica y se ha convertido en un ejemplo de modernización y adaptación a las exigencias del nuevo perfil de viajeros.
El Salvador cuenta con una sólida infraestructura hotelera, en concreto existen 8.200 habitaciones repartidas en más de 390 hoteles de lujo, hostales, hoteles de playa y montaña. Entre las cadenas hoteleras internacionales presentes se encuentran: Crowne Plaza, Real Intercontinental, Hilton Princess, Sheraton Presidente, Holiday Inn y Courtyard Marriott.
Su privilegiada posición en el continente también ha influido en su desarrollo económico. Una de las grandes inversiones que ha llevado a cabo del Gobierno ha sido la construcción de un nuevo aeropuerto. Es uno de los más grandes de la zona y su posición hace que sea un centro de conectividad aérea muy atractivo para el resto de países.
Sin embargo, la apuesta más relevante son sus distintas rutas turísticas que suman un total de catorce. De todas ellas destacan la Ruta de las Flores, la Nueva Experiencia Subterránea Maya y la Ruta de la Paz.
En primer lugar, la Ruta de las Flores se desarrolla en una una de las más florecientes zonas en El Salvador, donde se combina el clima fresco, lugares de interesante cultura e historia, peculiar gastronomía y contacto directo con los lugareños como un agregado a la satisfacción de sus visitantes. Por otro lado, el acondicionamiento de un tunel de más de 80 metros de longitud permite observar las bases de las estructuras de restos arqueológicos únicos, representativos de la Cultura Maya. Por último, a través de la Ruta de la Paz, el viajero puede descubrir el silencio y la quietud de las zonas de «combate» del conflicto social armado de la década de los años 80 explicado por guías locales que fueron protagonistas directos de este acontecimiento social que marcó la historia del país. De hecho, el ministro de Turismo de El Salvador, José Napoleon Duarte, quiso dejar claro que el «conflicto quedó atrás, ahora estamos en paz».