El viceprimer ministro de SIria, Walid al Moallem, ha rechazado este lunes la intervención de tropas extranjeras para combatir al grupo extremista Estado Islámico en el país, asegurando que no existe coordinación con Jordania tras sus últimos bombardeos contra la formación yihadista.
«Voy a decir claramente que estamos comprometidos con defender la soberanía siria y que no permitiremos que nadie la viole. No necesitamos que entren fuerzas terrestres para combatir al Estado Islámico. El Ejército sirio está llevando a cabo esta tarea con valentía», ha valorado.
Así, Al Moallem ha solicitado al Gobierno jordano que se coordine con Damasco en materia antiterrorista, criticando además que Amán «es parte de una alianza internacional encabezada por Estados Unidos y es parte de un proceso para enviar terroristas a través de sus fronteras tras entrenarles en campamentos jordanos bajo supervisión estadounidense».
El viceprimer ministro sirio se ha referido así al programa de entrenamiento de combatientes de la oposición moderada siria, que cuentan con el respaldo de algunos países occidentales y sus aliados en la región.
Al Moallem ha destacado además que la «prioridad» de su Gobierno es «combatir el terrorismo y llevar a cabo una reconciliación local como camino para lograr una solución política (a la crisis)», según ha informado la agencia estatal siria de noticias, SANA.
En este sentido, ha subrayado que Damasco «responderá a cualquier iniciativa basada en el Derecho Internacional, que priorice cortar las fuentes de terrorismo y que apoye el diálogo interno sirio».
Al Ásad asegura que su Gobierno recibe información de la coalición internacional
El presidente de Siria, Báshar al Ásad, ha asegurado este martes que su Gobierno recibe información de la coalición internacional contra el grupo extremista Estado Islámico, si bien ha descartado la existencia de una cooperación directa desde el inicio de los bombardeos en Siria en septiembre de 2014.
Así, el mandatario sirio ha sostenido que terceros países, entre ellos Irak, han estado facilitando «información» a Damasco acerca de estas operaciones, según ha informado la cadena de televisión británica BBC.
«A veces envían un mensaje, un mensaje general, pero no hay detalles tácticos. No existe un diálogo. Hay, digamos, información, pero no un diálogo», ha explicado.
Varios países integrantes de la coalición internacional han negado estar cooperando con el Gobierno sirio, y muchos de ellos han reclamado en numerosas ocasiones que Al Ásad abandone el poder para iniciar una transición democrática en el país.
Sin embargo, el avance de los milicianos del Estado Islámico en importantes sectores de Irak y Siria han llevado a parte de la comunidad internacional a centrarse en la amenaza que supone el grupo, aparentemente aplazando la necesidad del cambio de régimen en el país árabe.
En este sentido, Al Ásad ha descartado unirse a esta coalición. «No, no podemos y no queremos, por una simple razón: no podemos aliarnos con países que apoyan al terrorismo», ha sostenido.
El presidente sirio no ha dado detalles acerca de estas acusaciones, si bien las autoridades han criticado en numerosas ocasiones a varios países de la región por prestar apoyo a grupos extremistas y a la oposición moderada armada, a la que también considera como «terrorista».
Así, ha subrayado que no existen grupos moderados armados en el país y que la presencia se limita al Estado Islámico y al Frente al Nusra, rama de la organización terrorista Al Qaeda en Siria.
Pese a ello, ha recalcado que no está en contra de cooperar con otros países para combatir al Estado Islámico, si bien se ha negado a mantener conversaciones con el Gobierno estadounidense alegando que Washington «no habla con nadie, salvo que sea una marioneta», al tiempo que ha acusado a Estados Unidos de «pisotear fácilmente el Derecho Internacional».
Niega el uso de barriles bomba
Por otra parte, Al Ásad ha negado que el Ejército esté usando 'barriles bomba' –contenedores cilíndricos cargados con explosivos y metralla– contra las zonas controladas por los rebeldes, describiendo las acusaciones como «historias infantiles». «Tenemos bombas, misiles y balas. No hay 'barriles bomba', no tenemos barriles», ha apuntado.
«Conozco el Ejército. Usa balas, misiles y bombas. No he oído que use barriles ni ollas de cocina. No hay (un uso de) armas indiscriminadas. Cuando disparas, apuntas, y cuando disparas, cuando apuntas, lo haces a terroristas para proteger a los civiles (…) No puede haber guerra sin víctimas», ha dicho.
Activistas pro Derechos Humanos han asegurado que el Ejército utiliza 'barriles bomba' que lanza desde helicópteros que vuelan a elevada altitud para evitar los disparos de las baterías antiaéreas, lo que impide que disparen con precisión.
En esta misma línea, Al Ásad ha negado que las fuerzas gubernamentales hayan usado gas de cloro como arma, a pesar de las investigaciones llevadas a cabo por la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPCW), que afirmó que al menos trece personas murieron en tres ataques perpetrados con este gas en 2014.
Por último, ha defendido los bloqueos a las zonas controladas por los rebeldes en varias zonas del país, negando que afecten a la población civil. «En la mayoría de las zonas controladas por los rebeldes, los civiles huyen y vienen a nuestras zonas. La mayoría de las áreas que rodeamos y atacamos cuentan sólo con presencia de milicianos», ha remachado.