El presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, ha solicitado este miércoles el despliegue de una misión de pacificación de Naciones Unidas en el este del país para monitorizar el alto el fuego, según ha informado la Presidencia a través de un comunicado.
«El mejor formato para nosotros es la misión policial de la Unión Europea. Sería el garante más eficaz de la seguridad en una situación en la que la palabra 'paz' no es respetada ni por Rusia ni por aquellos a los que apoya», ha valorado.
En respuesta, los separatistas han sostenido que la presencia de tropas de pacificación supondría una violación del acuerdo de alto el fuego alcanzado la semana pasada en la capital de Bielorrusia, Minsk, tal y como ha recogido la agencia rusa de noticias RIA Novosti.
«Sería una violación del paquete de medidas para aplicar el acuerdo de Minsk. Tenemos una actitud muy negativa hacia esta posibilidad. De hecho, planeamos dirigirnos a los jefes de Estado garantes del acuerdo para que cumplan sus compromisos», ha apuntado el enviado de los separatistas a las conversaciones, Denis Pushilin.
Por otra parte, Poroshenko ha informado de la «retirada exitosa» de las tropas ucranianas de la localidad de Debáltsevo, ubicada en la región de Donetsk (este). Los separatistas han confirmado además que controlan la totalidad de la ciudad.
El presidente ha asegurado que los soldados han salido con su armamento y sus tanques, pese a que los separatistas habían reclamado que los militares dejaran el armamento pesado en la localidad.
El Estado Mayor ucraniano ha asegurado que al menos 22 soldados ucranianos han muerto y más de 150 han resultado heridos en los combates con los separatistas en la localidad en los últimos días.
La ONU eleva a más de 5.600 los muertos por el conflicto de Ucrania
Más de 5.600 personas han muerto desde el inicio de las revueltas separatistas del este de Ucrania a mediados de abril de 2014, según un nuevo balance difundido por la oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
Desde el inicio del conflicto y hasta el pasado domingo, han muerto 5.665 personas en los enfrentamientos entre las fuerzas leales a Kiev y los rebeldes prorrusos. Además, otras 13.961 han resultado heridas.
La misión de la ONU que analiza los Derechos Humanos en Ucrania y la Organización Mundial de la Salud (OMS) temen un aumento de estas cifras «en los próximos días», ya que en el balance no están incluidas las víctimas en las jornadas previas a la entrada en vigor del alto el fuego –15 de febrero–, marcadas por «intensas hostilidades».
Naciones Unidas ha reconocido, además, estar «alarmada» por la aparente continuidad de los combates en Debaltseve. La organización ha admitido que no dispone de «información fiable» relativa a esta estratégica localidad, si bien sí que ha admitido que en las regiones del este los enfrentamientos «no se han interrumpido por completo».
«Estamos especialmente preocupados por los civiles atrapados en la zona. Creemos que puede haber miles escondiéndose en sótanos, luchando por obtener comida, agua y otras necesidades básicas», ha advertido.