El presidente de Egipto, Abdelfatá Al Sisi, ha tomado este sábado la presidencia rotatoria de la Liga Árabe en el inicio de la cumbre de la organización en la localidad egipcia de Sharm el Sheij, donde se espera que se ratifique la creación de una fuerza militar árabe para enfentarse a los desafíos de seguridad de la región.
En su discurso de investidura, Al Sisi ha realizado un llamamiento a la «solidaridad regional» para enfrentarse a las numerosas crisis en el mundo árabe que han alcanzado «un peligro sin precedentes», según recoge la cadena panárabe Al Arabiya.
La cumbre está dominada por la situación en Yemen, donde los rebeldes huthis avanzan hacia la actual sede de Gobierno en Adén tras hacerse con el control de la capital, Saná. Arabia Saudí ha iniciado una intervención militar sin precedentes para restituir al presidente yemení Abd Rabbu Mansur Hadi al frente del país.
El emir de Kuwait y hasta hoy presidente de la Liga, Sabá Al Ahmad Al Jaber Al Sabá, ha abierto la cumbre advirtiendo del «deterioro político» causado por la rebelión huthi y por el conflicto sirio, que ha entrado en su quinto año con «millones de refugiados y cientos de miles de muertos» a sus espaldas, y cuyo final solo puede conseguirse a través de una «solución política».
Ban Ki Moon insiste negociaciones para parar la guerra en Yemen
El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, ha recalcado este sábado desde Sharm el Sheij que la solución a la guerra en Yemen pasa por la negociación entre las partes implicadas y ha rechazado la toma del poder por la fuerza protagonizada por las milicias huthis con el apoyo del expresidente Alí Abdulá Salé.
«Las negociaciones, con la intermediación de mi enviado especial, Yamal Benomar con el respaldo del Consejo de Seguridad, siguen siendo la única opción de evitar un conflicto largo, eterno», ha afirmado Ban desde Sharm el Sheij, donde se celebra la cumbre de la Liga Árabe, según recoge el diario estatal egipcio 'Al Ahram' en su edición digital.
Ban ha expresado en ese sentido su «ferviente esperanza» en que la cumbre árabe sirva para «que los líderes árabes planteen directrices claras para resolver pacíficamente la crisis de Yemen».
El máximo funcionario de la ONU ha aprovechado para condenar de nuevo los «intentos de los huthis y del expresidente Salé de socavar los acuerdos políticos mediante la fuerza militar». «Tomo nota de la acción militar iniciada a petición del dirigente soberano y legítimo lde Yemen, el presidente Abd Rabbu Mansur Hadi», ha señalado, en referencia a los bombardeos iniciados el jueves por Arabia Saudí, que lidera una coalición de países árabes contra los huthis.
En cuanto a Libia, Ban también ha apelado al diálogo auspiciado por su enviado especial para este país, Bernardino León, siempre con la referencia de la «unidad y la integridad territorial» del país.
«En Irak, animo a sus dirigentes a seguir con y profundizar las iniciativas de reconciliación nacional. Valoro el apoyo de la Liga al pueblo y al Gobierno de Irak en su lucha contra el Estado Islámico. Este apoyo favorece la estabilidad regional», ha argumentado.
Ban ha aprovechado para destacar el «ejemplo de coexistencia» que representa Líbano y ha instado a los líderes políticos libaneses a superar sus diferencias políticas para elegir a un presidente «que llene el vació» de poder que existe desde hace más de un año.
Además, ha argumentado que combatir el extremismo cometiendo abusos es un error e incluso puede ser contraproducente, pues «sin una buena gobernanza, respeto a los derechos de las mujeres y a los derechos humanos, no habrá estabilidad».
Nueva fuerza militar árabe
La cumbre árabe ratificará la formación de la llamada Fuerza Árabe Conjunta que ha comenzado con la coalición liderada por Arabia Saudí en Yemen, donde se ha lanzado la 'Operación Tormenta Definitiva', con la que, junto a Emiratos Árabes Unidos (EAU), Bahréin, Qatar y Kuwait intentará «repeler a las milicias huthis, Al Qaeda y el Estado Islámico» en Yemen.
Los ministros de Exteriores árabes acordaron el pasado jueves el borrador conjunto que estipula las directrices básicas de esta fuerza conjunta, por la que los países árabes pretenden recuperar cierto grado de control frente a la influencia de las operaciones de países occidentales en la región, con Estados Unidos al frente.
A la cumbre acuden, entre otros, el rey Hamad bin Isa al Jalifa, de Bahréin, así como el presidente palestino, Mahmud Abbas; el presidente de Somalia, Hasán Sheij Mohamud y el presidente de Sudán, Omar Hasán al Bashir.
A lo largo del fin de semana se espera la llegada del emir de Qatar, el jeque Tamim bin Hamad bin Jalifa al Thani; el rey Abdalá de Jordania; el presidente tunecino, Beji Caid Essebsi, y el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon.