Al menos 31 personas han muerto por la explosión de dos coches bomba atribuidos a Estado Islámico en una localidad cercana a Alepo, en el norte de Siria, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH). Las bombas han estallado en la localidad de Marea: en las inmediaciones de los cuarteles de un grupo rival y en otra zona donde opera esta organización.
Entre los fallecidos figura un «emir local» del Frente al Nusra, filial de Al Qaeda, así como otros dos líderes de facciones islamistas, según el OSDH. El Frente al Nusra ha reconocido a través de Internet la muerte de uno de sus líderes por la explosión de un coche bomba de Estado Islámico.
El grupo yihadista ha difundido la imagen de un supuesto cadáver cubierto con una manta. Marea se ha convertido en un escenario de batalla entre fuerzas rivales, aunque Estado Islámico ha frenado su ofensiva.
Las carreteras que discurren por la parte norte de Alepo constituyen una línea de suministro clave para los rebeldes presentes en esta ciudad, cuyo control está repartido entre los insurgentes y el régimen.