La filial yemení del autoproclamado Estado Islámico (EI) ha vuelto a atacar en Saná. Un atentado con coche bomba se ha saldado a primera hora de este martes con la muerte de al menos 28 personas, entre ellas ocho mujeres.
El atentado tenía como objetivo la residencia de los hermanos Jaysah, dos de los dirigentes del movimiento rebelde de los chiíes hutíes que actualmente controla la mayor parte de la capital yemení, cuando numerosas personas celebraban una ceremonia de duelo tras la muerte por causas naturales de un allegado de la familia.
El grupo Estado Islámico ha reivindicado en un comunicado publicado en internet el ataque contra «uno de los nidos de chiíes en Saná». La organización terrorista considera a los chiíes como infieles y desde hace ya un tiempo ha multiplicado los ataques contra los miembros de esta confesión.
Los milicianos hutíes acordonaron el sector, un barrio del centro de la ciudad, después del ataque, pero dejaron a las ambulancias evacuar a las víctimas, han informado varios testigos a la agencia AFP.
El mayor atentado cometido por Estado Islámico en Saná se produjo el pasado mes de marzo, cuando varios suicidas de la filial yemení del grupo extemista suní detonaron varias bombas, provocando la muerte de más de 130 personas.