Turquía ha entrado de lleno este viernes en la guerra contra el Estado Islámico, después de que el Gobierno haya ordenado bombardear cuatro objetivos yihadistas en Siria, en el que ya es el primer ataque del Ejército otomano contra el grupo terrorista y que se ha saldado con la muerte de cinco milicianos.
La operación aérea ha tenido lugar a través de la frontera con la provincia turca de Kilis apenas un día de la muerte de un soldado turco a causa de disparos efectuados presuntamente por Estado Islámico. El Gobierno de Ankara ordenó inmediatamente después el despliegue de varios aviones de combate para responder al ataque, que se saldó además con otros dos militares heridos.
Las autoridades locales atribuyeron el ataque a milicianos de Estado Islámico. Las fuerzas turcas respondieron disparando hacia el otro lado de la frontera y, según las primeras informaciones, mataron a cinco milicianos yihadistas.
Este incidente sería el primer fuego cruzado entre el Ejército turco y el grupo terrorista en la frontera y tiene lugar tras los últimos ataques cometidos por los yihadistas, entre ellos el asesinato de 32 personas por un atentado en Suruç. El Ministerio de Exteriores considera que estos primeros ataques son «la respuesta que se merecen».
Por otra parte, Ankara ha confirmado la autorización para que Estados Unidos y otros aliados puedan utilizar suelo turco como base de operaciones para lanzar ataques aéreos contra Estado Islámico, que controla amplias zonas en Siria e Irak.
El presidente estadounidense, Barack Obama, y su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, acordaron esta semana estrechar la colaboración contra el grupo terrorista, tras meses de negociaciones bilaterales en los que no se habían llegado a conclusiones prácticas.
Ankara ve una «prioridad» la colaboración con Washington para hacer frente a «amenazas comunes» y apunta que, en el caso de Estado Islámico, se trata de una «amenaza de primer orden para la seguridad nacional de Turquía». En este sentido, ha advertido de que «las dimensiones de esta amenaza no dejan de crecer».