El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se ha despedido este domingo de los keniatas entre una enorme y afectuosa multitud a la que se ha dirigido con orgullo por ser el «primer presidente estadounidense que procede de Kenia», según ha informado la cadena NBC.
«Estoy orgulloso de ser el primer presidente estadounidense que procede de Kenia y por supuesto soy el primer keniata-americano en ser presidente de Estados Unidos», ha afirmado Obama ante el estadio deportivo de Kasarani, en Nairobi totalmente abarrotado con aproximadamente 4.500 personas.
El presidente ha recordado su primer viaje a África, con 27 años, cuando llegó al aeropuerto e intentó encontrar su equipaje. Según ha explicado, una mujer que vio su apellido le preguntó si era pariente de su padre, que ella lo conocía.
«Esa fue la primera vez que mi apellido significó algo y que fue reconocido», ha añadido. Obama viajó a Kenia para conocer a sus «hermanos, tíos y tías (…). Vi las tumbas de mi abuelo y mi padre», ha rememorado.
Obama ha prometido luchar junto a Kenia contra el terrorismo y ha pedido a todos los keniatas acabar con la corrupción. «Cada chelín de un soborno podría ponerse en el bolsillo de quienes llevan a cabo un trabajo honesto a diario», ha declarado.
El presidente estadounidense también ha hecho mención de la importancia de educar a las mujeres y de reconocer su papel en la sociedad. «Tratar a las mujeres como ciudadanas de segunda clase es una mala tradición. Os hace retroceder», ha recalcado. «Imaginaos que fuerais un equipo y no dejarais jugar a la mitad de él, sería estúpido», ha agregado.
Tras la visita a Kenia, Obama viajará a Etiopía, país que ha permanecido doblegado por la hambruna especialmente en la década de 1980, pero que ahora cuenta con una de las mayores tasas de crecimiento del continente.