El ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, ha asegurado que España no ha planteado «ninguna reserva» a la propuesta de acuerdo para reubicar a 120.000 demandantes de asilo en la Unión Europea que Alemania y Francia han anunciado en un receso de una reunión de ministros europeos, pese a que «algunos países» se resisten aún a dar su apoyo al texto.
La oposición de varios países han frustrado finalmente el acuerdo político, según han indicado fuentes europeas, por lo que la discusión deberá continuar en la próxima reunión de los ministros el 8 de octubre, sobre la base de una declaración pactada entre los países que sí se han mostrado favorables. La decisión final puede tomarse por mayoría cualificada, aunque para cerrar el acuerdo político en esta ocasión era necesaria la unanimidad.
«España no ha planteado ninguna reserva a la propuesta para reubicar a 120.000 refugiados, incluso con los criterios de asignación para cada uno de los Estados miembros», ha indicado el ministro a la prensa en Bruselas, en un receso de la reunión a Veintiocho.
Para que este principio de acuerdo tenga el peso de unas conclusiones del Consejo es necesario «unanimidad» de los ministros, «pero hay algunos países que tienen reservas con la obligatoriedad de esa reubicación», ha explicado Fernández Díaz, sin dar más detalles sobre los países reticentes.
«España, desde el primer momento, ha mantenido una actitud constructiva, positiva, solidaria y responsable», ha recalcado el ministro español, para después recordar que el gobierno acepta la cuota de cerca de 15.000 refugiados que le asignó en este programa la Comisión Europea.
La situación «excepcional» y el «drama humanitario» que se está observando en la crisis de los refugiados justifica que España haya aceptado la asignación de las casi 15.000 plazas.
Los ministros sí han dado el visto bueno definitivo al primer plan para reubicar a 40.000 demandantes de asilo llegados a Italia y Grecia en el resto de países de la UE en un plazo de dos años, aunque los compromisos hasta ahora suman plazas para 32.000 refugiados.
España acogerá de este programa a 1.300 personas con derecho a protección internacional y no a las 4.288 que le pidió Bruselas de inicio. Los Estados miembros tienen hasta finales de año para examinar «entre todos» cómo cubrir las 8.000 plazas restantes.