El Gobierno ruso ha pedido este jueves a Reino Unido que presente los datos que apuntarían a una supuesta explosión a bordo del avión que se estrelló el pasado fin de semana en el Sinaí, en un intento por evitar cualquier tipo de «información sin verificar» o «especulación».
«Si hay algún dato serio, esperamos que quien los posea los facilite a los investigadores«, ha afirmado el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, horas después de que la Administración británica expresase sus sospechas sobre las causas del siniestro.
El ministro de Exteriores de Reino Unido, Philip Hammond, ha reconocido que hay una «posibilidad significativa» de que el grupo yihadista Estado Islámico provocase la caída del avión, en principio mediante la colocación de un explosivo a bordo.
«Lo hemos dicho antes y lo decimos otra vez: las versiones sobre este incidente y sus causas sólo pueden ser planteadas por los investigadores», ha insistido Peskov. «Cualquier otra declaración es información sin confirmar o un tipo de especulación», ha añadido, según la agencia de noticias Sputnik.
El primer ministro ruso, Dimitri Medvedev, también ha apuntado que es prematuro extraer conclusiones sobre lo ocurrido, si bien ha pedido a se establezcan contactos con autoridades de aviación de otros países para determinar si es necesario adoptar medidas de seguridad adicionales.
El ministro de Transporte ruso, Maxim Sokolov, ha confirmado la recepción de los primeros datos extraídos de las cajas negras del vuelo de la compañía Kogalymavia. En un encuentro del Gobierno, ha explicado este jueves que ya han comenzado los trabajos de transcripción de los equipos.