El director general de Médicos Sin Fronteras (MSF), Christopher Stokes, ha rechazado la teoría del «accidente» esgrimida este miércoles por Estados Unidos para justificar el bombardeo sobre el hospital de Kunduz y ha acusado de «negligencia grave» a las tropas norteamericanas.
«La versión estadounidense de los hechos presentada hoy deja a MSF con más preguntas que respuestas«, ha dicho. «Parece que 30 personas murieron y cientos de miles se han quedado sin asistencia sanitaria en Kunduz simplemente porque el hospital de MSF era el mayor edificio en campo abierto y 'se aproximaba' a la descripción de un objetivo», ha lamentado.
Para Stokes, «el aterrador catálogo de errores subrayados hoy ilustra una negligencia grave por parte de las tropas estadounidenses que viola las leyes de la guerra». «Destruir una instalación protegida sin verificar el objetivo no puede catalogarse simplemente como un error humano o una brecha en el protocolo de Estados Unidos», ha sostenido.
Así las cosas, la ONG ha reiterado su llamamiento al Gobierno de Barack Obama para que acepte al autoridad de la Comisión Internacional Humanitaria para que lleve a cabo «una investigación independiente e imparcial» sobre los hechos. «La investigación de este incidente no puede dejarse solamente a las partes en conflicto en Afganistán», ha afirmado el dirigente de la organización humanitaria.