«No podemos dar acomodo a más refugiados en Europa, no es posible». Así de contundente se ha mostrado el primer ministro francés, Manuel Valls, en una entrevista concedida al diario alemán 'Sueddeutsche Zeitung', sobre la crisis de refugiados que vive el viejo continente. El debate sobre los flujos migratorios que recibe Europa se ha intensificado después de los atentados del 13 de noviembre en París, ante el temor de que los yihadistas de Estado Islámico aprovechen esta crisis para enviar a terroristas a Europa.
El primer ministro francés, Manuel Valls, ha asegurado que los países europeos se están viendo llevados al límite en la crisis de refugiados y no pueden recibir más llegadas. El dirigente galo apuesta también por un refuerzo de los controles de seguridad fronterizos que determinarán el futuro de la Unión Europea. «Si no lo hacemos, la gente dirá: basta de Europa«, ha advertido.
Las declaraciones de Hollande han visto la luz solo unas horas antes de que la canciller alemana, Angela Merkel, se reúna en París con el presidente francés, François Hollande. La dirigente germana fue elogiada inicialmente en su país y en el extranjero por su enfoque de bienvenida a los refugiados, muchos de los cuales huyen de los conflictos en Oriente Próximo. Pero ante la continuación de las llegadas, la canciller ha sido objeto de crecientes críticas. Algunos conservadores dicen que su decisión de abrir las fronteras de Alemania a los refugiados sirios en septiembre ha atraído a más inmigrantes.
El dirigente francés ha evitado criticar a Merkel directamente por haber suspendido las normas de asilo europeas para permitir la llegada de refugiados sirios varados en Hungría. «Alemania hizo una elección honorable aquí», ha afirmado. Pero ha señalado que a París le pilló por sorpresa la decisión de Merkel: «no fue Francia la que dijo «¡venga!».
Valls ha visto aumentar ligeramente su popularidad como resultado de la respuesta de París tras los atentados del pasado 13 de noviembre. El primer ministro galo cuenta con un apoyo del 39% de ciudadanos que se muestran bastante o muy satisfechos, según un reciente sondeo elaborado en Francia.