Japón ha ahorcado en la mañana de este viernes a un hombre y una mujer condenados a muerte por asesinato, en las primeras ejecuciones que lleva a cabo el país asiático en lo que va de año, según ha denunciado la ONG Amnistía Internacional.
El Gobierno japonés levantó una moratoria de la pena capital en 1993, pero rechazó reconocer públicamente estas ejecuciones hasta 1998. Desde 2012 el país asiático ha ejecutado a 16 personas, según cifras de la organización humanitaria.
La cadena de televisión japonesa NHK ha detallado que uno de los reos ejecutados es Yasutoshi Kamata, de 74 años, que fue condenado en Osaka por asesinar a cinco mujeres, entre ellos una niña de 9 años de edad, entre 1985 y 1994.
También ha sido ejecutada Junko Yoshida, una exenfermera que mató a dos hombres inyectándoles aire en sus vasos sanguíneos. Yoshida, de 56 años, fue condenado a muerte en el año 2010 en la prefectura de Fukuoka, situada al norte de la isla Kyushu.