Decenas de simpatizantes del clérigo chií Muqtada al Sadr han irrumpido este sábado en la Zona Verde y en la sede del Parlamento iraquí en Bagdad tras semanas de movilizaciones para exigir que se ponga en marcha el gobierno tecnócrata prometido por el primer ministro Haider al Abadi.
Testigos presenciales de Reuters han constatado que los seguidores del Al Sadr han entrado en la Zona Verde, la zona de máxima seguridad de la capital iraquí, donde se encuentran las sedes de las principales instituciones públicas y de las embajadas extranjeras tras cruzar un puente sobre el río Tigris al cántico de «¡Los cobardes huyen!» en referencia a los diputados del Parlamento.
Uno de los integrantes de los controles de seguridad que rodean la Zona Verde ha reconocido que los manifestantes han entrado sin ser registrados, aunque una decena de miembros de un grupo armado leal a Al Sadr han registrado a los manifestantes someramente.
Durante la marcha se han coreado otras consignas como «pacífico, pacífico» mientras algunos manifestantes se han encaramado al muro de hormigó que rodea la Zona Verde. Miles de simpatizantes más han permanecido fuera de la Zona Verde.
Al Sadr había criticado a las autoridades por reprimir al Movimiento Al Sadr, de carácter reformista. «Estamos esperando una revolución popular que aplaste la corrupción en el país. Nuestra revolución contra la corrupción es pacífica y seguirá siendo así hasta el final», ha afirmado en declaraciones recogidas por la cadena panárabe Al Arabiya.
Al Abadi pretende cambiar a lagunos ministros por tecnócratas para combatir la corrupción, pero los partidos han expresado sus dudas ante la iniciativa y no están dispuestos a respaldarla en el Parlamento. El propio Al Abadi ha advertido de que nuevos retrasos podrían dificultar el combate contra el Estado Islámico.