El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, cerró este sábado por todo lo alto la que ha sido su última cena de corresponsales, un evento distendido y de marcado corte humorístico que ha contado con la presencia de numerosas personalidades del Gobierno, los medios de comunicación y la vida pública.
«Obama out», se despidió el presidente de Estados Unidos antes de arrojar el micrófono al suelo, un gesto de victoria popularizado en la cultura del hip-hop durante los años 80 cuando los artistas entendían que habían realizado un gran concierto.
El presidente estadounidense cerró así un discurso que eclipsó al del anfitrión elegido para la ocasión, el cómico y presentador, Larry Whitmore, y en el que Obama recurrió en numerosas ocasiones a la autoparodia e incluso dedicó guiños a la actual carrera por la Presidencia.
«Estando en Reino Unido, comí con la Reina y ví una función de Shakespeare. Si alguien cree todavía que no soy demasiado negro, creo que esto zanja la cuestión», declaró el presidente estadounidense, quien aprovechó para dar su apoyo velado a la aspirante demócrata a la Casa Blanca y ex secretaria de Estado a sus órdenes, Hillary Clinton, antes de burlarse de su falta de conexión con los jóvenes votantes.
«Hay que admitir que cada vez que Hillary intenta conseguir el voto de los jóvenes es un poco como tu pariente que se acaba de abrir una cuenta en Facebook», bromeó el presidente. «'Querida América, ¿habéis visto el toque que os he dado? ¿Aparece en vuestro muro? Con cariño, la tía Hillary?».
Con todo, Obama declaró su apoyo a la candidata en forma de chiste y celebración de despedida. «El año que viene, será otro quien estará aquí de pie, en este mismo sitio. Pero solo dios sabe quién va a ser ella«, declaró entre risas el presidente en velada mención a Clinton, única mujer entre los candidatos de ambos partidos. Obama llamó «camarada» a Bernie Sanders, el gran rival de Clinton, identificado como la izquierda del Partido Demócrata.
Antes de despedirse cordialmente de los medios, el presidente no pudo evitar una mención al candidato republicano Donald Trump, ausente en esta ocasión. «Me duele un poco que no esté, después de lo que nos divertimos la última vez», recordó Obama sobre la gala de 2015, donde dedicó gran parte de su discurso a burlarse de los intentos del magnate por descalificar su nacionalidad estadounidense.
«¿Será que esta cena es demasiado hortera para 'El Donald'? ¿Qué creéis que está haciendo? ¿Se estará comiendo uno de sus filetes mientras tuitea insultos a (la canciller alemana) Angela Merkel?», se preguntó el presidente.