La vuelta de Nicolas Sarkozy a la política francesa no ha sido como el expresidente esperaba. Sarkozy no ha conseguido pasar la criba de las primarias celebradas por Les Republicains, el partido que preside, que le han relegado a un lejano tercer puesto. Los ex primeros ministros François Fillon, con el 44,1% de los votos, y Alain Juppé, con el 28,4%, se han impuesto a Sarkozy que apenas consiguió el 20,7% de los apoyos en los comicios internos celebrados este domingo.
El expresidente ha reconocido públicamente su derrota y ha dicho que espera poder dedicarse a su vida privada, en una clara alusión a que se retirará de la vida política tras los resultados y se centrará en su mujer y sus hijos. «Ha llegado el momento de aportarles más pasión privada y menos pública. Buena suerte a Francia», concluyó. Sin embargo, Sarkozy ha asegurado que no está ni «triste» ni «amargado» y deseó «buena suerte a Francia».
En una declaración pública en la que reconoció su derrota, anunció que apoyará a Fillon, que fue su primer ministro entre 2007 y 2012, en la segunda vuelta que celebrará el partido para elegir de manera a su candidato presidencial el 27 de noviembre. «Mi deber me obliga a decir con lealtad que, pese a mis desacuerdos pasados con él, Fillon ha comprendido mejor los desafíos que afronta Francia. Por eso votaré por él en la segunda vuelta», aseguró.