La juez de la Audiencia Nacional, Carmen Lamela, lo ha dicho sin tapujos: Un niño madrileño de unos quince años está combatiendo en la filas del Estado Islámico en Siria junto a dos de sus hermanos y su padre. Así lo ha expresado la magistrada en los autos dónde ordena el ingreso en prisión de los dos yihadistas detenidos el sábado, uno en Barcelona y otro en Madrid.
Lamela asegura que uno de los arrestados, Fouad Bouchihan, mantenía relaciones a través de las redes sociales con varios muyaidines establecidos en las zonas de conflicto, y entre ellos estaba el menor de Madrid. Este joven de 26 años detenido en Barcelona “aleccionaba” a su hijo de entre dos y tres años de edad. Le enseñaba, entre otras cosas, a hacer la señal de Tawhid, que es el signo realizado por los miembros de ISIS.
La policía ha incautado numeroso material audiovisual. En muchos videos aparece Bouchihan, dónde anima al menor a decir expresiones como “Alá es Grande” o “El Estado Islámico Permanece”.
La jueza de la Audiencia Nacional, Carmen Lamela, asegura que el detenido «se siente plenamente identificado con los métodos violentos y las creencias totalitarias» de la organización terrorista. El joven tenía 7 cuentas de Facebook y Twitter falsas abiertas, dónde lanzaba mensajes amenazantes que «argumentarían su clara alineación con el islamismo radical», aclara la juez. Además, en los debates en internet, el detenido discutía acaloradamente con los usuarios que se mostraban contrarios a Dáesh.
Incluso tuvo acceso a documentos de la organización criminal. Uno de ellos fue difundido por la llamada Junta Legislativa del Estado Islámico que se titulaba «La creencia y el método del EI». En el que se resumían todas las reglas que «obligan a matar a los que consideran herejes».
Ilyas Chentouf se ofreció para morir como mártir
-«¡Oh Allah! Haz que muramos como mártires, yo y todos los que creemos en Allah». Con este mensaje publicado el 10 de octubre en Facebook se ofreció para morir como mártir el marroquí Ilyas Chentouf, detenido el sábado en Madrid.
De Chentouf, además de su ofrecimiento para morir como un mártir, la juez destaca la justificación que ha hecho de acciones terroristas de Dáesh en Europa, entre ellas los atentados de Bruselas, y la utilización de sus perfiles en Facebook «para glorificar a los muyahidines, en especial a los niños que están combatiendo en las filas de los grupos yihadistas».
También, sus «continuos llamamientos a la práctica de la yihad armada, efectuando manifestaciones tales como 'la yihad es nuestro camino y la muerte por Allah es nuestro deseo más sublime'» y sus comentarios ofensivos «incitando al odio contra los seguidores del chiismo, llegando incluso a amenazar con sacrificarles».
Del análisis de sus dispositivos informáticos y telefónicos se desprende que ha realizado entre 500 y 1.000 búsquedas de material específico sobre adoctrinamiento y adiestramiento yihadista del Dáesh, que junto «a determinado material pornográfico, constituyen la totalidad de las búsquedas realizadas por el mismo en internet».
En su declaración ante la juez ha negado su relación con Dáesh, y si bien ha reconocido haber buscado determinados vídeos ha añadido que visitó otro tipo de páginas y que también hizo publicaciones a favor de la paz, aunque, según la juez, «ninguna de ellas ha sido hallada hasta el momento por los investigadores».
J.Torrado