Barack Obama fue el primer presidente estadounidense en viajar a Cuba en 60 años. Restableció las relaciones entre los dos países y estableció unas pautas para descongelar, después de más de medio siglo, los contactos con el país caribeño. La llegada del magnate a la Casa Blanca hace tambalear el acuerdo: Trump amenaza con romper el deshielo si Cuba no pone más de su parte.
Ya en plena campaña electoral se mostró bastante crítico con la cercanía de Obama a Cuba. Al magnate no le gustaron los viajes oficiales del todavía presidente, ni las peticiones al Congreso para eliminar el embargo a la isla.
Los dos mensajes que ha hecho públicos tras conocerse la muerte del mandatario cubano dejan cuenta de ello. El primero es una advertencia: “Si Cuba no está dispuesta a hacer un mejor acuerdo para el pueblo cubano, los cubano-americanos y Estados Unidos en su conjunto, pondré fin al acuerdo”, prometió en un mensaje publicado en Twitter.
El segundo, su definición de Castro: “Hoy el mundo marca el fallecimiento de un dictador brutal que oprimió a su propio pueblo durante casi seis décadas. El legado de Fidel Castro es uno marcado por pelotones de fusilamiento, el robo, sufrimiento inimaginable, la pobreza y la negación de los derechos humanos fundamentales”, escribió.
If Cuba is unwilling to make a better deal for the Cuban people, the Cuban/American people and the U.S. as a whole, I will terminate deal.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 28 de noviembre de 2016
Aprovechó también Trump para lanzar un mensaje a su electorado: «Me uno a los muchos cubano-estadounidenses que me apoyaron tanto durante la campaña, incluyendo a los veterano de la brigada 2506. Si bien Cuba sigue siendo una isla totalitaria, espero que el día de hoy sea un paso para alejarse de los horrores que se han soportado durante demasiado tiempo, y hacia un futuro en el que el maravilloso pueblo cubano viva por fin con la libertad que tanto se merecen», finalizó.
J. Torrado