La crisis de refugiados lleva apareciendo en los medios de comunicación desde hace años pero quizá ha sido a lo largo de estos dos últimos cuando más importancia se le ha dado. La guerra de Siria, los saltos en las vallas en Melilla, la falta de ayuda por parte de la Unión Europea y el aumento de personas esperando que los distintos países europeos abran sus puertas ha provocado que el sistema humanitario se haya convertido en uno de los más deficientes de su historia.
‘Médicos sin Fronteras’ y el Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH) han presentado este martes el informe correspondiente al periodo comprendido entre el 2015 y el 2016 donde hacen un balance “demoledor” de la situación en la que se encuentran los refugiados. Ambas organizaciones consideran que la ayuda humanitaria en los dos últimos años ha sido “desoladora” e “infame”.
Además, han querido dejar claro que la crisis de refugiados en la Unión Europea ha provocado que se deje en entredicho que los miembros de dicha institución «no tienen como prioridad a estas personas». “Lo que más preocupa es que este incumplimiento, que forma parte de los derechos internacionales humanitarios, no acarrea ninguna consecuencia para el sistema”, ha explicado Joan Tubau, Director General de ‘Médicos sin Fronteras’.
Ambas organizaciones, críticas con el actual sistema humanitario, han querido poner de relieve que “desaprovecharon” la oportunidad que les dieron en mayo de 2016 con la Cumbre Humanitaria Mundial ya que no se “abordó la cuestión de la mejora de la respuestas de emergencia en estas crisis” al mismo tiempo que tampoco se manifestaron “la contundencia de los frente a los ataques a infraestructuras sanitarias”.
El codirector de IECAH, Francisco Rey, ha insistido en que la acción humanitaria está realizando actualmente una “ayuda forense” y no está cumpliendo su principal función de “limitar los daños y salvar vidas”. En este sentido, Rey se ha atrevido a afirmar que “Europa ha firmado el certificado de defunción de los refugiados” y que una de las maneras de cambiar este panorama tan desolador es que la opinión púbica se manifieste y comience a preocuparse por los temas migratorios y refugiados.
Los representantes de las organizaciones han coincidido en que hoy el día los gobiernos le han cerrado las puertas a los que han huido de los conflictos. Tubau ha asegurado que uno de los principales motivos por lo que ocurre esto es porque priman “los intereses de los estados” dejando las guerras en África de lado.
El informe hace hincapié en la destrucción de más de 90 estructuras sanitarias que han sido bombardeadas tanto en Siria como en Yemen. Desde ‘Médicos sin Fronteras’ han querido dejar claro que este dato es uno de los principales indicadores del “desdén que sienten por las vidas civiles” sobre todo, “teniendo en cuenta que los miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas han perpetrado estos bombardeos” tanto de manera directa como indirecta. “Desde el 11S se ha creado una cultura del terror a través de la cual está correcto llevar a cabo diversos atentados excusándose en el miedo”. Jesús Núñez, codirector del IECAH, ha añadido en este sentido que “no es verosímil que la repetición deliberada sistemática de ataques a civiles y a las infraestructuras pueda calificarse de inevitables daños colaterales”.
Por último, los representantes de ambas organizaciones han coincidido en que “lamentablemente en España siguen reduciéndose” las ayudas humanitarias al pasar de 465 millones de euros en el año 2009 hasta los 46,5 millones en el 2015, según reflejan los datos del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria. “El actual modelo está en crisis”, finalizaba el director general de ‘Médicos sin Fronteras’.
Andrea Morea