Los servicios de Inteligencia de Estados Unidos han desclasificado un informe en el que se especifica que el presidente ruso, Vladimir Putin, “ordenó” una campaña para influir en las elecciones de Estados Unidos. En el informe de 25 páginas, se especifica que el Kremlin tenía una “clara preferencia” por la victoria de Donald Trump.
Trump fue informado de las conclusiones a las que han llegado las investigaciones y ha restado importancia a las acusaciones ya que, según él, los resultados de las elecciones no se han visto afectados por esta campaña. De hecho, acusó al Partido Demócrata de “gran negligencia” por “permitir que el ciberataque” tuviera lugar.
Gross negligence by the Democratic National Committee allowed hacking to take place.The Republican National Committee had strong defense!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 7 de enero de 2017
Los objetivos de Rusia, según el documento, eran fundamentalmente “socavar la fe del público” en el proceso democrático y “denigrar” a la oponente e Trump en las elecciones, dañando su imagen y su capacidad de convertirse en presidenta. “Evaluamos que el presidente ruso Vladimir Putin ordenó una campaña de influencia para las elecciones presidenciales de 2016”, reza el documento, elaborado por varias agencias de Inteligencia, como la CIA y la NSA.
Entre otros ataques, se el informe habla de hackeo de las cuentas de e-mail del Comité Nacional Demócrata y a cargos de este partido así como utilizar intermediarios como WikieLeaks, DCLeacks y Guccifer 2.0 para difundir esa información. Además, consideran que Rusia realizó propaganda y a usuarios de redes sociales («trolls») para hacer comentarios.
Las autoridades estadounidenses tienen identificados a los agentes rusos que serían responsables de los ataques, pero no han difundido sus identidades.
La Inteligencia de Estados Unidos considera que Putin es favorable a Trump porque este se ha mostrado a favor de trabajar con Rusia mientras que ha culpado a Clinton de incitar protestas en su contra en 2011 y 2012.
Paula Pérez Cava