Italia sigue con las labores de rescate una semana después. Los equipos de salvación han logrado recuperar en las últimas horas cinco cadáveres más que se encontraban en el interior del hotel que quedó sepultado el pasado jueves 18 en una región del centro de Italia. Con estos nuevos datos, el número provisional de fallecidos asciende ya a 25.
Los equipos de rescate no tenían esperanzas de encontrar supervivientes hasta que el pasado viernes rescataron a nueve supervivientes entre los que se encontraban dos niños. Desde entonces, no se han vuelto a encontrar a más personas con vida.
Todavía faltan por encontrar seis personas que se encuentran actualmente desaparecidas y las esperanzas de encontrar a alguien más con vida disminuyen cada hora. “Es un trabajo complicado y lo sabíamos, pero seguimos adelante”, explicó Fabrizio Curcio, jefe de la Protección Civil, a distintos medios italianos. En esta lína Luigi D’Angelo, coordinador de la operación de salvamento en Penne, ha añadido que no descansarán hasta que estén seguros de que no hay nadie más en el interior del hotel.
A las nueve personas supervivientes, se les suma los dos hombres que se encontraban fuera del hotel en el momento en el que se produjo la avalancha y que se refugiaron en el interior de un coche. Los dos niños rescatados fueron dados de alta ayer martes y solo una persona, Giampaolo Matrone, de 33 años, permanece ingresado en el hospital. La mujer de este es una de las desaparecidas.
El adirector del hotel pidió ayuda: «Les rogamos que preparen intervención»
«Los clientes están aterrorizados por los terremotos», escribía Bruno di Tomamaso, el director del hotel Rigopiano, en un correo horas antes de que una avalancha se precipitara sobre ellos. A lo largo del mensaje, el administrador del establecimiento dejaba claro que la situación era «preocupante» y que se encontraban rodeados por dos metros de nieve.
«Hemos intentado hacer lo posible para para tranquilizarles, pero no pudiendo marcharnos a causa del bloqueo en la carretera, están dispuestos (los clientes) a pasar la noche en los coches», advertía di Tommaso. De hecho, dos hombres cumplieron con esto último ya que decidieron refugiarse en un coche cuando la avalancha se precipitó sobre el hotel. «Les rogamos que preparen intervención», concluía el correo. Sin embargo, esta ayuda no llegó y horas después, la avalancha golpeó el hotel y desplazó el edificio 10 metros.
El correo estaba dirigido a las autoridades locales, en particular al prefecto de Pescara, a la policía provincial y al alcalde de Farindolo. La Fiscalía de Pescara investiga mientras tanto si las autoridades hicieron caso al informe del cuerpo forestal que alertaba de posibles avalanchas en la zona y si se daban las condiciones meteorológicas para decretar su evacuación.
Andrea Morea