Bogotá luce ahora un aspecto más vivo y alegre, tras la creación del jardín vertical más grande del mundo, que reluce en el edificio del barrio Chapinero Alto de Bogotá. Renombrado como Santalaia, esta estructura cuenta con 3.100 metros cuadrados, y ahora también con 115.000 plantas de diez especies y cinco familias diferentes. Una obra de arte ideada por Ignacio Solano.
Fue la empresa colombiana Exacta Proyecto Total la que solicitó al biólogo y experto en botánica la creación de “un edificio vivo” que tuviera “capas uniformes de plantas tanto en color como en volumen”. Solano y su equipo han necesitado de un total de dieciséis meses para diseñar y ejecutar esta obra que destaca en la ciudad puntera del país.
La realización ha sido realmente compleja. Solana apostó por incluir la mayor cantidad de plantas endémicas posibles, y para ello tuvo que viajar a las selvas del Chocó colombiano, con el objetivo de reunir muestras para, después, reproducirlas in vitro con el objetivo de facilitar un crecimiento que permitiera abarcar un mayor tramo de su obra.
La mayor dificultad, en cambio, reside en algo apenas visible en la imagen: el sistema de riego. Han sido necesarios un total de cuarenta sectores, que van en función de la humedad y la radiación solar del momento. La creación de este inmenso jardín vertical cuenta como medida adicional con una planta de tratamiento que recicla el agua sobrante del muro al igual que algunas aguas grises del edificio.
Redacción