Los animales que la Unión Europea exporta hacía otros países son rutinariamente sujetos de abuso según ha destapado una investigación clandestina que aporta numerosos vídeos y fotografías del caso.
En ellos se puede observar como el ganado vacuno u ovino entre otros animales, reciben golpes o fuertes descargas eléctricas con pinchos, al igual que son mantenidos durante días en los transportes que les llevarán a lugares como Turquía o el Medio Oriente, con plumas y heces cubriendo sus cuerpos. Prácticas que violan rotundamente la Ley de Bienestar Animal Europea y que debido a la escasez de regulación puede tolerarse fácilmente y con casi total impunidad.
En sus respectivos destinos, son apilados en condiciones inhumanas. Las imágenes muestran al ganado vacuno o a las ovejas de Francia, Rumanía y Lituania pateando y agitando violentamente sus cuerpos mientras sus gargantas son crudamente cortadas o aserradas repetidamente. Esto suele ocurrir a menudo en los mercados de la calle abarrotados de gente y en mataderos ya deteriorados por el tiempo.
Las imágenes fueron recolectadas por un grupo de activistas pertenecientes a la organización Australian Animals International, durante alrededor de ocho meses, que trabajaron encubiertos en Croacia y en seis países de Medio Oriente investigando a los animales europeos exportados.
Es evidente la gran cantidad de infracciones que se toleran y que van en contra de la Ley de Bienestar Animal Europea que mantiene unas normas en las que se dictamina que los manipuladores de animales deben de llevar a cabo sus tareas sin causarles algún tipo de sufrimiento alguno, todo lo contrario a la práctica real en donde estos son exportados.
Isabel Jaén Sánchez