Marianne Standeven, residente en Birmingham (Reino Unido), fue víctima de un brutal paliza por parte de su pareja, Mark Power, de 37 años. Tras la agresión, la víctima quedó inconsciente, sufrió una fractura de pelvis y lesiones tanto en los ojos como en la cabeza. Sin embargo, éstos no fueron los primeros golpes que recibía por parte de su pareja, por lo que un día decidió poner varias cámaras para grabar las agresiones y concienciar así a otras víctimas.
El material ha sido publicado por la policía de la localidad inglesa a petición de la víctima y en él se muestra cómo Power arrastra del pelo a la mujer, propinándole patadas y puñetazos hasta que la lanza por las escaleras en varias ocasiones. «Me sentí como una muñeca de trapo», declaraba Marianne a la policía.
Las autoridades recibieron una llamada de auxilio e inmediatamente acudieron varios agentes a la vivienda. A su llegada se encontraron el cuerpo de Marianne tendido en el suelo e inconsciente, con manchas de sangre por la ropa y con una fractura en la cabeza «causada por el golpe que recibió al chocar contra el radiador que se encontraba al final de las escaleras».
El agresor ha sido sentenciado a 13 años y seis meses de prisión tras haberse declarado culpable por los hechos. Además, se le impuso una orden de alejamiento de por vida y la prohibición de contactar con la víctima bajo ninguna circunstancia.
No era la primera vez que Mark Power abusaba de su pareja: «No se lo conté a nadie, cuando mi familia me visitaba me acostaba en la cama, fingiendo estar enferma». Tras celebrarse el juicio contra el acusado, Stanvenden, en muletas, declaró que aunque «el daño mental» permanezca con ella «para siempre», se siente «orgullosa de haberse levantado y haber obtenido justicia», por lo que anima a todas aquellas mujeres que se encuentren en una situación similar a denunciarlo.
Andrea Morea