La explosión de un coche bomba cercano a varios autobuses progubernamentales que transportaban a civiles y combatientes de varias localidades de Siria, próximas a Alepo, ha provocado la muerte de al menos 100 personas y más de 130 heridos, según informa Europa Press. Éstos llevaban varias horas bloqueados en Al Rashidin después de que un acuerdo entre el Gobierno y los rebeldes paralizara el intercambio de evacuados. Las autoridades locales no descartan que el número de muertos aumente en las próximas horas.
El estallido se ha producido en la parte delantera de la fila de los 75 autobuses que se encontraban estacionados en los pueblos shías de Al Fua y Kefraya. Según informa Al Jazeera, estos vehículos eran los encargados de transportan a los enfermos y heridos fuera de la ciudad.
Varios testigos han declarado que en el lugar había numerosos cadáveres carbonizados, entre los que se encuentran un gran número de niños, así como varios miembros amputados esparcidos por la zona. Las ambulancias han tenido que atender a bastantes heridos de los cuales muchos de ellos estaban todavía en 'shock'. «Las autoridades sirias están recuperando los cuerpos y buscando supervivientes. Muchos de los autobuses han quedado totalmente destruidos» con las lunas reventadas, informaba un corresponsal de Al Jazeera.
Las más de 7.000 personas que han vivido bajo el asedio durante más de dos años fueron evacuadas este viernes de las zonas rebeldes de Madaya y Zabadani. Después de su evacuación, los autobuses tenían orden de dirigirse hacia Damasco y Lataquia, ciudades pertenecientes al régimen sirio.
Andrea Morea