Todo ocurrió cuando el bote sufrió un choque de una ola y provocó que una parte de los pasajeros cayeran al agua. La guardia costera junto a un barco de la ONG de Malta MOAS (una ONG que ayuda a los inmigrantes) socorrieron a todos los inmigrantes que pudieron y recogieron a los que todavía seguían en la embarcación, todo ello coordinado por el Centro de Rescate de Roma. Sin embargo, una treintena de los pasajeros no pudieron ser salvados y fueron encontrados flotando en el agua.
El cofundador de MOAS, Chris Catrambone publicó una imagen en Twitter en la que se puede ver a algunas personas en el agua durante la operación de rescate con el comentario: «No es una escena de una película de terror… Tragedia real que se desarrolla hoy a las puertas de Europa». La guardia costera añadió que el bote partió durante la noche del martes desde Zuara, situado en el norte de Libia y a 100 kilómetros al oeste de Trípoli.
not a scene from a horror movie…Real life tragedy unfolding on Europe's doorstep today! pic.twitter.com/OcJH8C92Yh
— Chris Catrambone (@cpcatrambone) 24 de mayo de 2017
Durante la tarde de ayer, la fragata «Canarias» rescató a dos embarcaciones a la deriva frente a las costas de Libia y salvado a 282 inmigrantes, entre ellos 18 niños, todos menores de 10 años, y 61 mujeres.
La «Canarias», desplegada en el Mediterráneo en el marco de la Fuerza Naval de la Unión Europea EUNAVFORMED Sophia, recibió el aviso del Centro de Coordinación de Rescates de Roma de que había dos embarcaciones a la deriva, una de goma y otra, de mayores proporciones, de madera, navegando rumbo norte en un área en la que no había otros barcos.
El buque español activó el protocolo para rescates masivos procediendo al socorro de los migrantes, informa Defensa en un comunicado en el que precisa que se rescató a 282 personas, entre ellos 18 niños, todos menores de 10 años y de nacionalidad eritrea. Además de los niños, los rescatados son 61 mujeres y 203 hombres de diferentes países africanos y asiáticos.
Una vez finalizada la operación de rescate, los inmigrantes fueron transferidos a un buque británico, también perteneciente a la Fuerza Europea del Mediterráneo que participa en la Operación Sophia.
Con esta última acción, son ya 3.035 los migrantes rescatados y tres traficantes puestos a disposición judicial italiana, en los más de tres meses que lleva la fragata española desplegada en la misión.
En las últimas horas, en las que un nuevo naufragio frente a las costas libias costó la vida al menos a 34 personas, la misión internacional en el Mediterráneo ha rescatado a 2.100 inmigrantes, que serán desembarcados hoy en puertos de Calabria, al sur de Italia.
A los 1.800 inmigrantes recuperados en la jornada de ayer se sumaron otros 300 salvados en otras operaciones durante la madrugada, sumando un total de 2.100 personas en tan solo 24 horas que viajaban a bordo de 11 embarcaciones.
Crece el número de llegadas de inmigrantes
Según datos del Ministerio del interior, durante este año han desembarcado en Italia 50.039 inmigrantes, un 46,16% más que el año pasado y el número de menores no acompañados que llegan a Italia se ha duplicó durante el pasado año.
Además, el pasado 8 de mayo desaparecieron 245 refugiados e inmigrantes sin documentación en dos naufragios ocurridos en la ruta central del Mediterráneo, que une Libia con el mar Mediterráneo, según la agencia de la ONU para los refugiados, Acnur. En las últimas semanas se estima que más de 7.000 inmigrantes han sido rescatados en aguas internacionales al oeste de Libia, en embarcaciones poco seguras. En estas aguas operan traficantes de seres humanos sin límites. Pese a que Italia y la Unión Europea están trabajando en contra del tráfico de personas y están reforzando a la guardia costera de Trípoli, este último año se está batiendo el récord de inmigrantes que cruzan este estrecho.
Según UNICEF, al menos 200 niños han muerto este año en el mar tratando de llegar a las costas de Italia. Esta cifra se anuncia justo cuando los dirigentes de los países del G7 (Alemania, Italia, Canadá, Francia, Estados Unidos, Japón y Reino Unido) se reúnen en Sicilia, lugar clave en la crisis de los refugiados en Europa.
“Es necesario detener inmediatamente este drama, habilitando vías seguras para migrar y pedir asilo. La muerte de un solo niño migrante es demasiado”, afirma Javier Martos, director ejecutivo de UNICEF Comité Español. Los datos de 2017 muestran que un número cada vez mayor de refugiados y migrantes, entre ellos niños, están viajando por la ruta del Mediterráneo central para llegar a los países europeos, a pesar de los graves riesgos que conlleva realizar este viaje. Entre el 1 de enero y el 23 de mayo, más de 45.000 refugiados y inmigrantes llegaron a Italia por mar, un 44% más con respecto a las mismas fechas el pasado año. Entre ellos había 5.500 niños solos y no acompañados -un 22% más que en 2016-, que constituyen aproximadamente el 92% de todos los niños que llegan a Italia a través del Mediterráneo central.
Lucila Rodríguez-Alarcón, directora de la Fundación porCausa nos cuenta: «Los flujos de movimiento que siguen los refugiados y migrantes no son casuales. Las decisiones políticas sobre control migratorio, como incrementar y fortalecer los muros o los acuerdos con países como Turquía o Libía, empujan a los que quieren pasar a seguir rutas alternativas, más peligrosas. Está demostrado que el endurecimiento de las condiciones en las fronteras no evita el movimiento de las personas sino que incrementa el uso de redes ilegales y mafiosas para cruzar, y por supuesto el número de muertes.
Son muchos los gobiernos que estiman que las muertes intentando cruzar las fronteras tienen un efecto disuasorio, lo cual resulta éticamente inadmisible. Estamos ante la crisis ética y social más importante de los últimos tiempos solo comparable con la que tuvo lugar durante la Segunda Guerra Mundial. Tenemos que poner fin a esta locura, llevar a cabo una apertura ordenada de fronteras y recobrar la humanidad que hemos estado perdiendo a lo largo de estos últimos siete años».
Cristina Sánchez