El 'James Bond venezolano'. Así es como se conoce a Óscar Pérez, el inspector y jefe de Operaciones Aéreas de la división de la Brigada de Acciones Especiales (BAE) de la policía venezolana que, junto a una brigada policial, ha atacado las sedes del Tribunal Supremo y del Ministerio del Interior de Caracas a bordo de un helicóptero robado.
La capital de Venezuela se ha convertido en una película de acción durante las últimas horas, donde el comisario ha sido el principal protagonista. El policía también es paracaidista, buzo de combate, ‘instagramer’ e incluso actor.
Con más de 15 años de carrera en el mundo militar, Óscar Pérez no solo es conocido en el país sudamericano por sus actuaciones policiales, sino también por haber participado en el filme de 2015 ‘Muerte suspendida’, que trata sobre una historia real.
Durante la promoción de la película, el agente aseguró que «soy piloto de helicóptero, buzo de combate y paracaidista libre. También soy padre, compañero y actor (…). Soy un hombre que sale a la calle sin saber si va a volver a la casa porque la muerte forma parte de la evolución».
Una especie de Rambo real que, junto al resto de los agentes rebeldes, ha robado un helicóptero desde donde, según la versión del gobierno de Venezuela, efectuaron quince disparos y lanzaron cuatro granadas en las inmediaciones del Tribunal Supremo y del Ministerio del Interior, mientras se efectuaban eventos públicos.
Ya avisó de su ataque en su cuenta de Instagram momentos antes de la revuelta, desde donde exigió la renuncia de Maduro y de todo su equipo ministerial. “Somos una coalición entre militares, policías y civiles en búsqueda del equilibrio y en contra de este Gobierno transitorio criminal. Nuestro único fin es devolver el poder al pueblo democrático», detalló.
El Gobierno de Nicolás Maduro ha acusado al venezolano de haberse “alzado en armas”, de protagonizar un «ataque terrorista” y de tener vínculos con la CIA y con la embajada de EEUU.
Marta Martín Gómez