La isla griega de Kos ha despertado con innumerables daños materiales por un fuerte terremoto de magnitud 6,7 en la escala Richter. El seísmo ocurrió a las 01.31 hora local del viernes (22:30 GMT), sacudiendo las costas turísticas de Turquía y Grecia en el Mar Egeo.
El casco antiguo de la isla de Kos ha sido la zona más afectada. Además, un tercio de los habitantes de dicha isla permanecen sin luz.
Por el momento, el sismo ha dejado al menos dos muertos y 120 heridos. Según la agencia estatal griega de noticias ANA, los fallecidos son un turista sueco de 27 años y otro turco de 39, que estaban en el momento del temblor en un bar cuyo techo se les vino abajo. Los principales daños producidos por el seísmo se han registrado en el este de la isla.
Según ha informado el Instituto Geodinámico de Atenas, el epicentro del terremoto se ha situado a 10 kilómetros de la ciudad turca de Bodrum y a unos 16 de la isla de Kos, ubicado a unos 10 kilómetros de profundidad.
El seísmo ha venido incorporado de una réplica de 5,1 grados en la escala Richter, al norte de la isla de Leros. Le siguieron tres más de 4,6, 4,5 y 4,7, no muy lejos del primer temblor. También se sintió en la provincia turca de Mugla, en la costa egea de Turquía.
Marta Martín Gómez