Sánchez ha remitido una carta al Defensr del Pueblo, en la que afirma que «Julio iglesias es una persona muy conocida e intentará por todos los medios que no llegue a reabrirse el caso en la vía de los tribunales de justicia».
«La afirmación de que Julio Iglesias es mi padre no es gratuita. Cuento con una prueba irrefutable de ADN, obtenida mediante un detective privado que fue hasta Miami para conseguirla, y tras los oportunos análisis en un centro de análisis genético han concluido en un parentesco del 99,9 %», añade la carta.
El presunto hijo, defendido por el abogado Fernando Osuna, recuerda que su caso fue juzgado en 1999 pero lo perdió por un defecto procedimental y reconoce que puede encontrar dificultades para iniciar un nuevo proceso.
Explica que ahora ha decidido continuar «con este cometido una vez que me fue acreditado científica y biológicamente la existencia de esa relación genética entre ambos».
Por ello, afirma que «estaría dispuesto a someterse a tantas pruebas como fueran necesarias para acreditar de manera científica tal hecho», y expresa su malestar por el hecho de que «la ciencia va por un lado y el derecho por otro, ya que, científicamente ha quedado acreditado que es hijo de Julio Iglesias».
En su reclamación, Javier Sánchez considera que «debería prevalecer la investigación de la paternidad sobre la cosa juzgada, ya que la Constitución es la norma suprema y prevalece sobre las demás leyes del ordenamiento jurídico».
Además, el presunto hijo de Julio Iglesias cree que sería conveniente promover un registro genético «con el fin único de saber la identidad de las personas, sobre todo en los casos de hijos huérfanos no reconocidos por sus padres».
EFE