La tensión entre Estados Unidos y Corea del Norte continúa en escalada máxima. El secretario de Defensa, el general James Mattis, ha lanzado una advertencia directa a Kim Jong-un: «Corea del Norte debería dejar de considerar acciones que llevarían al final de su régimen y a la destrucción de su pueblo«. El jefe del Pentágono ha avisado al líder norcoreano de que «perdería cualquier carrera armamentística o conflicto» que decidiera empezar.
El secretario de Defensa ha salido a la palestra apenas horas después de unas sonadas declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en las que aseguraba que EEUU “responderá a las amenazas de Corea del Norte con la furia y fuego que el mundo no ha visto jamás”. Trump respondía, a su vez, a la amenaza de Pyongyang de atacar la isla de Guam, un territorio estadounidense en mitad del Pacífico.
Además, el presidente estadounidense ha sacado pecho de su poderío nuclear, que es “mucho más fuerte y potente que nunca”. Trump ha recordado que la primera orden que dio desde la Casa Blanca fue la renovación del arsenal nuclear. “Nunca habrá un momento en el que no seamos la nación más potente del mundo”, ha asegurado en otro mensaje en Twitter en el que añade que “ojalá no sea necesario utilizar este poder”.
My first order as President was to renovate and modernize our nuclear arsenal. It is now far stronger and more powerful than ever before….
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 9 de agosto de 2017
…Hopefully we will never have to use this power, but there will never be a time that we are not the most powerful nation in the world!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 9 de agosto de 2017
Las declaraciones del jefe del Pentágono han reforzado los amenazantes 'tuits' de Trump. Además, ha asegurado que Estados Unidos y sus aliados cuentan con una capacidad militar que «actualmente tienen las capacidades ofensivas y defensivas más precisas, comprobadas y robustas de la Tierra«.
Las amenazas norcoreanas a la isla de Guam, donde hay varias bases estadounidenses, bombarderos estratégicos y residen unas 160.000 personas, han vuelto a encender a la Administración Trump, que hace apenas 10 días sacó dos bombarderos estratégicos y realizó una prueba con su escudo antimisiles.
Desde la Diplomacia, el secretario de Estado, Rex Tillerson, ha tratado de rebajar el tono y ha asegurado que la amenaza norcoreana no es “inminente”. Tillerson, que ha hecho una escala en la isla de Guam, ha explicado que Trump solo quería mandar un “mensaje claro” a Pyongyang. Tillerson ha disculpado el lenguaje de Trump, que escribe sus ‘tuits’ desde su retiro vacacional en Nueva Jersey, porque Kim Jong-un no entiende el lenguaje diplomático y era necesario lanzar “un mensaje contundente”.
Sin embargo, las declaraciones del jefe de la Diplomacia estadounidense han sido acallados por Mattis, que ha apoyado la versión agresiva de Trump, que continúa una escalada que arrancó con los recientes ensayos con misiles balísticos intercontinentales de Pyonyang y ha llegado a su punto álgido con la amenaza de atacar territorio estadounidense.
Mattis ha tirado, además, de la condena del Consejo de Seguridad de la ONU a las actividades de Corea del Norte y del apoyo de sus aliados, que han «demostrado sus capacidades y compromiso de defenderse ante cualquier ataque». Desde la Administración Trump, se alude a China y a Rusia, aliados de Corea del Norte, para tratar de frenar la escalada. Hace apenas 10 días, el presidente estadounidense acusó a China de su connivencia con la actitud con su socio Corea del Norte.
Investigación sobre Rusia
La escalada verbal de las últimas horas entre Pyongyang y Washington se produce de manera simultánea a las noticias sobre el registro en de la casa del jefe de campaña de Donald Trump, Paul Manafort. El FBI ha buscado documentos y otros materiales relacionados con la posible interferencia rusa durante las elecciones presidenciales, según medios estadounidenses.
Paula Pérez Cava