Ha sido en el mediodía de este lunes cuando un silencio sepulcral se fundía con el ruido del transporte londinenses. Diputados británicos, trabajadores parlamentarios y más de un millar de británicos y turistas se han concentrado frente al Palacio de Westminster, la sede del parlamento británico, para escuchar y presenciar las que serían las últimas campanadas del famoso y célebre reloj Big Ben, el cual lleva marcando la hora desde hace casi 157 años.
Las campanas del monumento más fotografiado de Reino Unido no volverán a retumbar en cuatro años a causa de las reformas, que tendrán un valor de 29 millones de libras. Este acto, más simbólico que práctico, ha dividido ya a la política británica.
Las últimas campanadas de #BigBen antes de entrar en un silencio de cuatro años. Sólo sonará en eventos especiales. pic.twitter.com/kijwfpAUiI
— Carlos Luna H. (@CharleeSix) 21 de agosto de 2017
Debido a la dura y triste decisión de silenciar el emblemático reloj de la capital inglesa, en el interior del Parlamento las opiniones se dividen entre quienes ven la duración del silencio excesivo, quienes lo justifican y quienes creen que el Gobierno utiliza la polémica como tapadera.
Asimismo, muchos parlamentarios y la primera ministra británica, Theresa May, han mostrado su descontento e indignación con la decisión de no volver a escuchar el martilleo de las agujas del reloj hasta 2021, salvo para fechas especiales. La primera ministra ha asegurado que “no está bien que el Big Ben calle durante cuatro años” y ha pedido también que se revisen de forma urgente el calendario de obras.
Como parte del proyecto, la Elizabeth Tower y conocida comunmetne como Big Ben, será reiniciado para que pueda sonar en fechas como año nuevo o el domingo de Conmemoración. Además de que este proceso necesite casi 12 horas de elaboración, uno de los portavoces parlamentarios ha confirmado que se estudiará el proyecto de reiniciarlo más a menudo para que tanto londinenses como turistas estén más satisfechos.
Han sido los medios británicos quienes han llenado los periódicos de tinta reivindicando la mala decisión de detener el sonido de las campanadas hasta 2021, ya que la célebre torre del Big Ben es un símbolo para la ciudad de Londres. Westminster vivió con el tintineo de las campanas durante 157 años, cada cuarto de hora y durante día y noche. Aún así, en estos 4 años de obras, una de las caras del reloj permanecerá con la hora correcta gracias a un motor eléctrico que sustituirá al auténtico mecanismo, el cual será desarmado y renovado pieza por pieza.
La torre del reloj del parlamento de Westminster, conocida popularmente por el sobrenombre de su campana mayor, siempre ha sido escenario reconocido por miles y miles de turistas. A pesar de no ser la primera reparación a la que se somete el gran reloj de Londres, sí será el periodo más largo por el que estará desactivado. Quizás el descontento de los británicos y visitantes haga que la espera de cuatro años quede reducida a algo menos.
Paula Faraldo