El pasado miércoles, un tifón barrió el sur de China. Un total de 17 muertos en todo el país, más de 150 personas heridas y un desaparecido e importantes daños materiales son algunas de las trágicas consecuencias de este fenómeno. Por el momento el país se encuentra en estado de Alerta Máxima por el desarrollo del un potente tornado.
La zona más afectada ha sido la turística ciudad de Macao, que ha vivido uno de desastres más fuertes en el último medio siglo.
El ejecutivo de la urbe, Fernando Chui Sai-on, tuvo que disculparse el pasado jueves por la mala preparación de las autoridades locales y, tras ofrecer sus condolencias a las víctimas y a sus familias, anunció la dimisión de Fong Soi-kun, el director de la Oficina Meteorológica y Geofísica de la región.
Desde que 'Halo' comenzó a hacer estragos en la localidad de Macao, cerca de dos millones de hogares y negocios sufrieron un corte del suministro eléctrico debido a los daños en la red. La ciudad se quedó sin luz durante más de 24 horas, actualmente unos 6.600 de los 250.000 hogares siguen sin haber recuperado la electricidad.
La costa oriental de la isla de Heng Fa Chuen fue una de las más peligrosas, donde se registraron olas de hasta cinco metros de altura, que provocaron graves inundaciones. El tifón alcanzó tierra firme en la ciudad de Zhuhai (Cantón), donde se registraron vientos de hasta 162 kilómetros por hora.
Según ha informado el gobierno de Macao, de los 17 fallecidos, un hombre quedó sepultado por la caída de un muro, otro cayó desde un cuarto piso y un turista fue golpeado por un camión. El fuerte vendaval también provocó que los desechos de las viviendas salieran volando, además de escombros de algunas construcciones.
Las sacudidas de este tifón consiguieron que cientos de turistas que visitaban los lujosos casinos de Macao quedaran sin posibilidad de salir de la ciudad. A su vez, el aeropuerto de la ciudad reportó que 50 vuelos fueron cancelados, mientras que en Hong Kong fueron más de 400 los vuelos afectados.
Ocho personas resultaron heridas en el territorio de Shenzhen, dos de ellas graves, por la caída de objetos como vidrios, chapas y andamios. En esta ciudad los refugios de emergencia alojaron a 11.142 personas.
Por otro lado, en la localidad de Zhongshan perdían la vida tres personas, entre ellas una mujer que se trasladaba en motocicleta y murió después de ser golpeada por un árbol caído. Los árboles también bloquearon una sección de la autopista de la costa occidental en Cantón, y unas 27.000 personas fueron evacuadas.
Rocío Morales