Irma sigue su avance imparable y devastador por el norte de Cuba camino de Estados Unidos. El huracán ha perdido algo de fuerza hasta bajar a categoría 3, aunque potencia su fuerza varia por horas, y se ha desviado hacia el oeste de la península de Florida. El paso del ciclón por estado ha supuesto la muerte de al menos dos personas. Este sábado el ojo de Irma golpeó con fuerza la costa norte de Cuba. Según el Centro Nacional de Huracanes, la tormenta perdió algo de fuerza en la isla, provocando vientos sostenidos de 215 kilómetros por hora (en el Caribe llegó a alcanzar los 295 kilómetros por hora). Ante la amenaza, el estado de Florida ya ha desalojado a cerca de 6.'3 millones de habitantes.
El último informe del centro indica que el huracán ha pasado de categoría cuatro a tres y que se alcanzarán vientos de 125 kilómetros por hora mientras se aproxima a los cayos de Florida este domingo. El monstruoso tamaño de la tormenta que se aprecia en las fotografías satelitales indica que los efectos de Irma se dejarán sentir en todo el estado. El gobernador de Florida ya ha advertido de que «se está haciendo tarde». Por este motivo, el mandatario ha instado a las personas que todavía no hayan sido evacuadas a buscar un albergue o un refugio. Las autoridades locales han habilitado al menos 40 en la zona de Miami-Dade, una de las que se pronostica sufrirá la virulencia del huracán.
Por su parte, Aeropuertos como el de Jacksonville o el de Tampa dejarán de operar vuelos a las siete y ocho de la tarde, respectivamente. Según informó la Casa Blanca, el presidente Donald Trump seguirá el devenir de Irma desde Camp Davis en compañía de su gabinete y sus esposas. «Será un fin de semana de trabajo», subrayó la portavoz Sarah Sanders que contabilizó este encuentro como la cuarta reunión del gabinete del presidente.
Redacción