La policía de Alemania detuvo ayer viernes a un hombre de 55 años sospechoso de envenenar tarros de comida para bebés. El detenido colocó los recipientes tóxicos en los estantes de los super de Ravensburg, al sur del país y amenazó a las autoridades con distribuir estos productos por distintos establecimientos de comida del país si no recibía millones de euros.
La Fiscalía de Ravensburg y la Policía de Constanza han difundido un comunicado conjunto en el que señalan que finalmente han conseguido detener al hombre que envenenó varios tarros de comida para bebés gracias a la ayuda de los ciudadanos. Estos avisaron a las autoridades de la presencia de este hombre en el sur del país. Previamente, se difundieron las imágenes del posible sospechoso en un supermercado y se hizo público el chantaje.
El hombre de 55 años envió mensajes de chantaje a las principales cadenas de supermercados y droguerías de Alemania donde advertía que si no le pagaban varios millones de euros, colocaría varios productos envenenados por todo el país. Para demostrar que sus amenazas iban en serio, el sospechoso decidió repartir varios botes de comida que contenían etilenglicol, un compuesto químico incoloro utilizado como anticongelante, en varias tiendas de Friedrichshafen
Con esta información en su poder, la policía alemana pudo incautar los botes supuestamente envenenados y retirarlos del mercado. Mientras tanto, se difundieron las imágenes del ahora arrestado para que la ciudadanía pudiera colaborar en su detención.
La policía y la fiscalía han convocado una rueda de prensa para esta tarde para ofrecer detalles del caso.
Andrea Morea