Las redes sociales son un buen elemento para difundir contenidos de manera viral y, sobre todo, entre los más pequeños de la familia. De hecho, los creadores de los juegos online son conocedores de las grandes características que ofrecen estos nuevos medios y se apoyan en ellos para su difusión. Sin embargo, el problema de éstos surge cuando varios retos, muchos de ellos peligrosos consiguen viralizarse hasta traspasar fronteras e influir en la mente de los menores. Retos como 'La Ballena Azul' o 'El Abecedario del diablo' han recorrido las casas de una gran mayoría de niños y ha provocado que muchos de ellos se autolesionasen o que incluso lleguen a la muerte.
El último «juego» en llegar a los hogares y que ha alertado a más de una familia ha sido el conocido como el 'Desafío 48 horas' que anima a los niños pequeños a desaparecer durante dos días sin dejar rastro. El reto insta a los más pequeños a huir de sus casas y cortar todos los contactos durante 48 horas para volver repentinamente sin previo aviso.
Según informan los periódicos británicos 'The Sun' y 'The Independent', el juego ofrece puntos a los jóvenes que más tiempo consigan esconderse y si sus padres, alarmados y preocupados, piden ayuda a través de redes sociales como Facebook o Twitter sobre su desaparición.
Este desafío se ha convertido en un 'remake' de un juego que circuló por Europa durante varios años y que consistía en desaparecer durante 72 horas sin ser visto y sin dar señales de vida. En esta ocasión, el reto, conocido como 'Juego de los 72', se expandió como la pólvora por el antiguo continente, aunque, con el paso del tiempo pasó de moda.
Esta nueva versión ha aparecido de nuevo en Irlanda donde una joven de 14 años desapareció de repente junto con sus amigos y nadie supo nada de ellos durante al menos 55 horas. La madre, afectada por la tendencia que ha provocado la desaparición de su hija, ha calificado la experiencia como «una ansiedad inenarrable». «Estaba aterrorizada ante la idea de que estuviesen muertos o que hubiesen sufrido alguna violación», explicaba la madre a 'The Independent'.
Sin embargo, el problema de estos juegos radica en el impacto severo que puede tener en la conducta de los jóvenes que, a pesar de las consecuencias, lo consideran como algo divertido que no tiene importancia para la familia. “Estos chicos creen que es divertido. No había ni siquiera un ápice de remordimiento cuando mi hija fue localizada por la policía, y cuando los agentes la trajeron a casa pude ver que se habían hecho selfis dentro del coche policial. Era aterrador y mi niña, que tiene 14 años, no parece entenderlo”, relata la madre de la pequeña que, finalmente, apareció en el condado de Derry.
Como sucedió con 'La Ballena Azul', las redes sociales continúan siendo un medio susceptible y habitual para difundir este tipo de juegos, por lo que se pide desde asociaciones de desaparecidos y desde la Policía que se extreme la precaución y se trabaje desde la educación y la concienciación para que estas ideas, y sus indicaciones, no calen en los más jóvenes y los más vulnerables.
Andrea Morea