Hamburgo ha sido la protagonista. El pasado viernes, una pala excavadora se topó inesperadamente con una gran pieza de hormigón bajo el suelo, la cual fue identificada como una esvástica. Gracias a estas obras en un campo deportivo de la ciudad alemana se ha permitido dar a conocer una gran esvástica de piedra, restos de un monumento de la época nacionalsocialista de Alemania, datada de la época nazi. Las obras de remodelación del estadio han revelado que no todos los símbolos monumentales del III Reich fueron borrados de la faz de la Tierra tras la II Guerra Mundial.
La esvástica de piedra mide, ni más ni menos, que cuatro por cuatro metros, además de localizarse a unos 40 centímetros bajo tierra en la zona donde se iban a construir los nuevos vestuarios del equipo, según ha explicado el responsable del club deportivo local, el Billstedt-Horn, Joachim Schirmer.
La oficina para la preservación de monumentos ya ha sido informada y las autoridades germanas ya están al tanto del hallazgo. Se prevé que la estructura sea destruida en ese mismo lugar, ya que el gran tamaño del símbolo nazi ha impedido que los obreros pudiesen retirarla con la maquinaria que disponían porque es incapaz de sacarla de la tierra y trasladarla. Además, las autoridades han accedido a enviar un martillo neumático que romperá la esvástica en piezas más pequeñas.
Paula Faraldo