«Una generación entera de niños en Yemen enfrenta un futuro sombrío debido al acceso limitado o nulo a la educación», afirma Meritxell Relaño, representante de UNICEF en Yemen. «Incluso aquellos que permanecen en la escuela, no reciben la educación de calidad que necesitan», añade.
Según el informe If Not In School, más de 2.500 escuelas están fuera de uso: dos tercios han sido dañadas en los ataques, el 27% cerradas y el 7% utilizadas con fines militares o como refugios para personas desplazadas.
El camino a la escuela también se ha vuelto peligroso ya que los niños corren el riesgo de morir en la ruta. Temiendo por la seguridad de sus hijos, muchos padres eligen mantenerles en casa. La falta de acceso a la educación ha llevado a los niños y las familias a tomar alternativas peligrosas, como el matrimonio temprano, el trabajo infantil o el reclutamiento para el combate.
Otros datos clave del informe If Not In School reflejan que:
– Al menos 2.419 niños han sido reclutados en los combates desde marzo de 2015;
– Casi tres cuartas partes de las mujeres se habían casado antes de los 18 años, casi la mitad antes de los 15 años;
– Hasta el 78% del total de la población yemení vive en la pobreza: el 80% necesita algún tipo de apoyo de protección social, incluida la asistencia en efectivo;
-Se estima que 1,8 millones de niños menores de 5 años y 1,1 millones de mujeres embarazadas o lactantes padecen desnutrición aguda, lo que representa un aumento del 128%
desde finales de 2014;
-16 millones de yemeníes, incluidos cerca de 8,2 millones de niños, necesitan asistencia humanitaria para establecer o mantener el acceso a agua potable y a un saneamiento
adecuado;
– El número de personas que necesitan ayuda para acceder a la atención médica se ha más que triplicado, de 5 millones antes de la guerra a 16 millones en la actualidad.
En nombre de los niños de Yemen, UNICEF hace un llamamiento a las partes en conflicto, a quienes tienen influencia sobre ellas, a las autoridades gubernamentales y a los donantes para:
– Poner fin a la guerra y todas las graves violaciones contra los niños: la paz y la recuperación son prioridad absoluta para que los niños en Yemen puedan reanudar sus estudios y acceder a la educación de calidad que necesitan con urgencia y a la que tienen derecho.
– Pagar a los docentes: las autoridades educativas de todo Yemen deben trabajar juntas y encontrar una solución inmediata para proporcionar salarios a todos los docentes y al personal educativo para que los niños puedan seguir aprendiendo.
– Proteger la educación de los niños incondicionalmente: todas las partes en el conflicto y quienes tienen influencia sobre ellas deben comprometerse incondicionalmente a detener los ataques contra las escuelas para proteger la educación de los niños en todo Yemen. Los niños y el personal educativo deben mantenerse fuera de peligro y las escuelas deben salvaguardarse como zonas seguras para el aprendizaje.
– Aumentar los fondos destinados a educación: la comunidad internacional, los donantes y los aliados en los programas de cooperación al desarrollo deben apoyar los incentivos para los docentes mientras buscan soluciones a largo plazo para detener la crisis salarial en Yemen y continuar apoyando el sistema educativo.
Marta de la Fuente