Martin Luther King Jr. fue abatido –el 4 de abril de 1968, en Memphis, Tennessee– por un tiro en la cabeza mientras saludaba a sus seguidores desde el balcón del motel Lorraine –actualmente es el Museo Nacional de Derechos Civiles–, acompañado por sus colaboradores.
El asesino empleó una ventana de baño frente al balcón del motel donde Martin Luther King se encontraba para dispararle. Por las huellas en la escena del crimen y el arma abandonada con sus huellas dactilares se determinó su culpabilidad. Aunque después de juicio y condena pasó la vida tratando de exculparse del asesinato.
Tras el asesinato, Ray fue detenido en junio de 1968 en el aeropuerto de Heathrow en Londres. Y se declaró culpable en Memphis, Tennessee el 4 de marzo de 1969.
En los dos meses entre el asesinato de Martin Luther King y su captura viajó por diferentes países, entre ellos, Portugal y Sudáfrica.
Esta movilidad internacional es uno de los argumentos que utilizan quienes creen que el plan de Ray tenía que tener algún tipo de respaldo.
En cualquier caso, Ray, se declaró culpable en ese momento para evitar la pena capital e ingresó en prisión con una condena de 99 años.
Pero pronto se retractó en su confesión, dijo que le habían obligado a firmarla y explicó que él era sólo el cabeza de turco de una conspiración mayor, que desconocía.
Aceptó que él había comprado el fusil, pero que se lo dio a un tal Raoul, personaje misterioso de quien nunca más se supo.
En 1978, un comité del Congreso determinó que fue Ray quien disparó la bala asesina, pero que lo hizo porque una organización racista de Misuri le ofreció la considerable recompensa de 50.000 dólares de los de entonces.
En 1997, uno de los hijos del líder de los derechos civiles, Dexter King, aceptó escuchar las explicaciones de James Earl Ray y quedó convencido de que no pudo actuar por su cuenta. Le dio apoyo para conseguir un juicio justo.
Ray murió a causa de complicaciones relacionadas con una enfermedad renal, provocada por la hepatitis C que contrajo probablemente como resultado de una transfusión de sangre, tras recibir una puñalada mientras se encontraba en la Prisión Estatal de Mountain Brushy.
El legado de Martin Luther King
En medio de la tumultuosa década de 1960, King, declarado en contra de la guerra de Vietnam, era uno de los hombres más odiados de América. Su casa fue bombardeada, sus seguidores fueron asesinados, su nombre fue destrozado por editoriales de periódicos y sus teléfonos fueron pinchados por J. Edgar Hoover, el jefe del FBI.
Martin Luther King es un marco de referencia universal para la autoridad moral, el marco de referencia global para la justicia no violenta y el cambio social.
King y un grupo de asesores cercanos, incluido Jackson, se dirigieron a Memphis para apoyar a trabajadores de las basuras predominantemente afroamericanos que se habían declarado en huelga en busca de mejores condiciones de seguridad y después de que dos trabajadores murieran aplastados en la parte trasera de un camión.
El movimiento por los derechos civiles estaba en una encrucijada. Algunos líderes afroamericanos pidieron una mayor militancia; otros prometieron adherirse a la confrontación no violenta de King y a la resistencia disruptiva. El legado de King fue continuar una lucha pacífica por los derechos humanos: Barack Obama ganó las elecciones en 2008. Eso son 40 años de travesía del desierto.
Hubo muchos avances – integración escolar, acción afirmativa – y retrocesos – resegregación escolar, supresión de votos, un cambio de gasto en pobreza y encarcelamientos masivos – a lo largo del camino.
King creía en coaliciones multirraciales y multiculturales de conciencia, no en el nacionalismo étnico. Sintió que el nacionalismo, ya sea negro, blanco o marrón, era estrecho, dados los desafíos globales. Entonces, se trata de saber qué está pasando en Estados Unidos y en el mundo,
La restauración del exiliado presidente de Haití Jean-Bertrand Aristide, la liberación de Nelson Mandela y el fin del apartheid en Sudáfrica, la liberación de África del colonialismo y la ocupación, el aumento del número de los afroamericanos en el Congreso norteamericano …son parte del legado de Luther King,
Domingo Labrador