Uno de los 108 fallecidos en el accidente de avión de La Habana del viernes por la tarde es español, ha informado el Ministerio de Exteriores que, de momento, no ha hecho pública su identidad. Se trata de los dos hombres de origen saharaui muertos en el siniestro que, según ha precisado este domingo Exteriores, tiene pasaporte español.
Este ciudadano saharaui residía en la isla con documentación saharaui, que Cuba reconoce, y aunque tenía pasaporte español, no estaba inscrito en el Consulado, de ahí la tardanza en la confirmación de la nacionalidad, han indicado las mismas fuentes, que han apuntado que el otro fallecido era apátrida. Ambos habían cursado estudios en años anteriores en la isla, detalla Exteriores.
De los 113 ocupantes del avión, 11 eran extranjeros, todos fallecidos: seis miembros mexicanos de la tripulación (tres hombres y tres mujeres), un matrimonio de argentinos, los dos hombres saharauis y una mujer mexicana.
Los 102 restantes eran cubanos, de los que solo han sobrevivido tres mujeres que permanecen hospitalizadas en estado crítico, con pronóstico reservado dado que presentan «lesiones de alta complejidad». Entre las víctimas mortales hay cuatro niños y un bebé. El avión era un Boeing-737 de la compañía mexicana Global Air operado por Cubana de Aviación que se estrelló poco después de despegar del aeropuerto José Martí de La Habana al perder el control de súbito.
El Gobierno cubano ha iniciado la investigación de la tragedia y prevé «un proceso de esclarecimiento complejo», dificultado ya desde las primeras horas por las fuertes lluvias que han estado cayendo en la zona, informan Pablo de Llano y David Marcial. El Boeing 737 fue fabricado en 1979 y había sido revisado por última vez en 2017.
El ministro de Transporte de Cuba, Adel Yzquierdo, informó ayer sábado de que fue recuperada «en buenas condiciones» una de las cajas negras del avión y dijo que esperan tener acceso a la otra pronto. El director general del aeropuerto, Rolando Parera, explicó a la televisión estatal cubana: «Se ha trabajado intensamente durante toda la madrugada en las tareas de investigación y análisis».
Redacción