Esta crisis tiene su origen en la nueva reforma al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), que fue aprobada por el Gobierno el pasado 16 de abril.
La medida ha generado un movimiento de rechazo entre diferentes sectores de la población nicaragüense que desde el 18 de abril, tiene a la nación centroamericana sumergida en masivas protestas populares contra la nueva reforma.
En un primer escenario, los opositores y estudiantes únicamente solicitaban revertir estas reformas, pero la brutal represión ejercida por las fuerzas del orden público contras las pacíficas protestas populares, les ha llevado a exigir la salida del poder de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
La solución a la crisis, pasa por adelantar las elecciones
Pellas manifiesta que “hay que encontrar una salida ordenada, dentro del marco constitucional que implique reformas que conlleven un adelanto de elecciones en Nicaragua, para una fecha acordada entre la Alianza Cívica por la Justicia y Democracia y el Gobierno, que permitan elegir por medio de un proceso libre y transparente a nuevas autoridades”.
A pesar de las críticas recibidas por no haberse pronunciado hasta ahora, segura que desde el primer día de la crisis ha estado involucrado personalmente en la búsqueda de una solución, apoyando y contribuyendo a definir las posiciones del sector privado, así como su rol dentro de la Alianza Cívica que participa en el diálogo, condenando los hechos de violencia contra la población y contribuyendo con la propuesta de la agenda democrática.
Como primer paso, exige de forma inmediata «la renuncia de todos los miembros del Consejo Supremo Electoral», señalado por perpetrar diversos fraudes electorales que le han permitido a Ortega mantenerse en la presidencia por 11 años.
Además del empresario, otras empresas del sector privado han pedido elecciones anticipadas para superar la crisis en el país.
Confiesa sentirse muy dolido e indignado por los más de 800 heridos y más de 80 fallecidos hasta el momento, causados por la violencia desmesurada con que el Gobierno ha enfrentado las protestas: “Me solidarizo con esas familias que han perdido a sus hijos, que siguen sufriendo actos de violencia y con todos aquellos que están siendo perseguidos o apresados por una causa justa, que comenzó con lo del INSS y que hoy se expresa en un clamor por la restitución de la democracia, de la justicia y de los derechos humanos.
Espera con respecto a las víctimas, que se realice una investigación con las suficientes garantías de profesionalismo e imparcialidad para que se castiguen a los culpables de todos estos crímenes.
“Me parece que estos crímenes no pueden quedar impunes, por lo que creo que es fundamental que el Gobierno adopte de inmediato las 15 recomendaciones de la CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos). Además de tanto dolor, la estabilidad económica, así como la imagen de nuestro país que tanto nos ha costado reconstruir a todos los nicaragüenses, están deteriorándose vertiginosamente”.
Afirma que el modelo que traía el país se agotó, y es necesario acordar un nuevo modelo de nación que permita la convivencia inclusiva, democrática, institucional y pacífica de todos los nicaragüenses. Cree que el diálogo es la única opción para llegar a la transición a este nuevo modelo, y espera por parte del presidente voluntad para dialogar y aceptar cambios fundamentales.
Considera indispensable que los mecanismos del dialogo y negociación funcionen, y aboga por hacer hasta lo imposible para evitar más violencia y conflictos.
Igualmente cree necesario realizar otros cambios acordados en el proceso de diálogo, para ir depurando las instituciones a fin de que vayan adquiriendo un perfil auténticamente nacional y que exprese la realidad de la separación de poderes propia de un sistema democrático.
“Hay que trabajar y pensar mucho en la mecánica de la transición para que esta sea duradera, sostenible y dentro de un marco legal, que permita encaminar de nuevo al país por una senda de crecimiento y justicia”
Refiere que hay que hacer todo lo posible por encontrar una solución a través del dialogo, ante la demanda de un paro nacional convocado para presionar la salida de Ortega, esperando así que esa medida no llegue a contemplarse, ya que los paros nacionales a quien más afectan es a los trabajadores y a la población en general, y terminan debilitando enormemente a la pequeña, mediana y gran empresa, generando posteriormente desempleo masivo.
Estrella Digital