La Confederación de Comunidades Judías de Colombia rechazó las declaraciones del expresidente Santos en donde aseguraba que si Israel aprueba “una ley oprobiosa” generaría un «tratamiento a los palestinos que viven en Israel parecido a la ley que los alemanes pasaron contra los judíos hace 30 años”.
El embajador de Israel en Colombia, Marco Sermoneta, comentó que es «Indignante y despreciable justificar una decisión equiparando a Israel con Nazis».
Santos realizó esa declaración en un programa de radio colombiano mientras se refería al reconocimiento, por parte de Colombia, del Estado palestino, que ocurrió a pocos días de que él dejara el poder.
Los judíos en Colombia no comparan leyes del régimen nazi con una “ley que declara al Estado de Israel como el estado-nación del pueblo judío”. Además de las leyes en Alemania, “seis millones de judíos fueron enviados a los campos de exterminio nazi, mientras comunidades judías que llevaban años en Europa fueron destruidas”.
Semoneta, por su parte, cuestionó «¿Qué pudo haber causado una vuelta tan drástica de Santos? ¿Qué lleva a un premio Nobel a actuar así, distorsionando realidades y contradiciendo todo lo que defendió toda su vida?».
El comunicado mencionó que la ley de la que habló el expresidente fue aprobada “después de un debate democrático” y no “impidió ni impedirá que los ciudadanos árabes de Israel gocen de plenas libertades, participen en las elecciones y elijan sus representantes en el parlamento, ocupen cargos en el gobierno y en las altas cortes judiciales y sean parte integral del tejido social, como bien lo pudo atestiguar el expresidente en sus dos visitas oficiales a Israel”.
En un acto de 2011 con la comunidad judía, Santos «reconoció a Israel como el Estado Nación del pueblo judío, lo mismo que establece la ley», según explicó el periódico El Tiempo.
Las declaraciones de Santos son “ofensivas para con el mundo judío todo, riñen con los hechos y la historia y no tienen precedentes por parte de ningún mandatario de una nación democrática. Más aún, provenientes de un Premio Nobel de Paz, son incompatibles con esa distinción».
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