La oficina de Antonio Ecarri, representante de Guaidó en España, indicó en un comunicado que los «embajadores», reunidos en Madrid, recibieron un mensaje de su líder, quien subrayó la necesidad de trabajar para alinear al Grupo Internacional de Contacto (GIC), formado por países de América Latina y la UE, con el Grupo de Lima y la Organización de Estados Americanos (OEA) en favor de sus objetivos.
Guaidó, en una intervención por videoconferencia, enfatizó la importancia de difundir esa idea en el continente europeo «ante el creciente deterioro» de Venezuela «y la amenaza de su agravamiento hasta niveles de catástrofe», al tiempo que abogó por «aplicar sanciones específicas contundentes por parte de los países europeos».
Julio Borges, representante ante el Grupo de Lima, formado por una docena de países americanos, destacó que los países europeos «deben ser garantes del cumplimiento de la ruta constitucional para lograr la libertad», según señaló por vía telemática, indica la nota.
Los «embajadores» de Guaidó abordaron la estrategia diplomática y política exterior de su proyecto, orientadas a elevar en Europa el conocimiento de la crisis venezolana y la violación de los derechos humanos que, según afirman, sufre su país, para lograr el final de la «usurpación» y la celebración de elecciones.
Aumentar la presión sobre Maduro y conseguir un mayor reconocimiento «de la legitimidad del Gobierno encargado» que lidera el dirigente opositor fueron algunas conclusiones de la cita, en la que se manifestó el firme apoyo a los diputados de la Asamblea Nacional de Venezuela (de mayoría opositora) «perseguidos, amenazados y secuestrados por el régimen usurpador», señala la nota.
Junto a Ecarri, las conclusiones fueron suscritas por los representantes de Guaidó en Alemania, Andorra, Austria, Bélgica, Bulgaria, Dinamarca, Francia, Hungría, Malta, Marruecos, Portugal, República Checa, Reino Unido, Rumanía y Suiza.
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