El departamento de Justicia de Estados Unidos anunció el jueves 17 nuevos cargos contra el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, en especial relacionados con leyes anti-espionaje, lo que podría abrir un debate con los defensores de la libertad de prensa.
Estados Unidos responsabiliza a Assange de haber puesto en peligro a algunas de sus fuentes con la publicación en 2010 de unos 750.000 documentos militares y diplomáticos. También lo acusa de «conspirar» con la ex analista informática estadounidense Chelsea Manning, condenada en 2013 por originar la filtración. Según un comunicado de Justicia, se sospecha que Julian Assange ha «ayudado a obtener información confidencial sabiendo que podría utilizarse en detrimento de Estados Unidos y en beneficio de una nación extranjera».
Australia y sus partidarios siempre han sostenido que Assange no puede ser perseguido por publicar estos documentos, en virtud del principio de libertad de prensa. «El Departamento toma en serio el papel de los periodistas en nuestra democracia, pero Julian Assange no es un periodista», aseguró el secretario adjunto de Justicia estadounidense, John Demers.
Assange, quien se encuentra en prisión en Reino Unido, fue arrestado el 11 de abril en la embajada de Ecuador en Londres, donde había estado refugiado desde hace siete años, tras una solicitud de extradición de Estados Unidos. Los nuevos cargos pueden resultar en diez años de prisión cada uno. Suecia, por su parte, reabrió el caso por violación en su contra.
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