Dewayne Craddock, de 40 años de edad, fue identificado como el atacante que tras matar a 12 personas se quitó la vida en la localidad turística de Virginia Beach, en Virginia, Estados Unidos. 11 de los fallecidos eran sus compañeros de trabajo en el Departamento de Obras Públicas de la ciudad. Se desconoce el móvil del crimen
Mató a 11 de sus compañeros de trabajo donde llevaba 15 años trabajando; mientras que el otro fallecido era contratista del municipio. El presunto autor de la masacre, que murió después de un intercambio de disparos con la policía local, utilizó una pistola y un rifle con «múltiples revistas» que fueron adquiridos legalmente. Pese a que hasta ahora se desconoce el móvil del crimen, varios medios locales han apuntado que Craddock, ingeniero y gerente de varios proyectos de desarrollo de la ciudad, iba a ser despedido de manera inminente por motivos que no han trascendido.
Otras informaciones de la zona han señalado que el presunto autor del tiroteo tenía un pasado militar, aunque las fuentes oficiales no confirmaron ese detalle. En la conferencia de prensa, Hansen anunció que todas las víctimas mortales del tiroteo, excepto una, eran trabajadores de la ciudad. Hansen identificó a los 11 empleados municipales fallecidos como: Laquita Brown, Tara Gallagher, Mary Louise Gayle, Alexander Gusev, Katherine Nixon, Richard Nettleton, Christopher Kelly Rapp, Ryan Keith Cox, Jashua Hardy, Michelle Langer, y Robert Williams. Asimismo, el contratista que murió fue identificado como Herbert Snelling. «Dejan un vacío que nunca podremos llenar», dijo Hansen visiblemente afectado.
Las peores masacres de los últimos años en Estados Unidos
El jefe de la Policía de Virginia Beach, James Cervera, no quiso valorar el motivo del tiroteo pero sí confirmó que Craddock era aún empleado municipal cuando disparó contra sus compañeros y que utilizó su placa de identificación para ingresar al edificio donde cometió la masacre. A su juicio, el sospechoso entró al edificio municipal poco después de las 16:00 horas (20:00 GMT) del viernes y empezó a «disparar indiscriminadamente». Las autoridades hallaron cuerpos en tres pisos diferentes del edificio y en el estacionamiento. De acuerdo con la policía local, el atacante falleció después de enfrentarse a dos agentes que llegaron al lugar. De hecho, entre los heridos se encuentra uno de los policías que finalmente pararon el tiroteo, quien salvó su vida gracias al chaleco antibalas.
Cervera tampoco informó sobre cuánto duró el tiroteo y pidió comprensión, al indicar que se trata de una «escena enorme». Virginia Beach, situada en la costa atlántica en la desembocadura de la Bahía de Chesapeake, es la ciudad más poblada del estado con unos 450.000 habitantes. El de ayer es el tercer tiroteo masivo -con más de 10 víctimas mortales- que se produce en los últimos meses en Estados Unidos. El pasado 8 de noviembre de 2018, 12 personas murieron abatidas por disparos indiscriminados de un perturbado en el Bar Borderline de Thousand Oaks, cerca de Los Ángeles (California) donde se celebraba una fiesta juvenil. El ejecutor de la masacre, Ian Long, de 29 años, también resultó muerto. Un mes antes, el 27 de octubre, otras 11 personas murieron y 6 resultaron heridas en el tiroteo en la sinagoga de la Congregación del Árbol de la Vida, en la ciudad de Pittsburgh (Pensilvania), llevado a cabo por Rob Bowers, un supremacista que está detenido. Según señala el periódico El Nacional.
Pese al elevado número de víctimas, el tiroteo en Virginia Beach no está entre los más mortíferos de la historia de Estados Unidos. El peor de ellos ocurrió en Las Vegas (Nevada) el primero de octubre de 2017, cuando un hombre abrió fuego desde la habitación de un hotel contra una multitud que asistía a un concierto y mató a 58 personas antes de acabar con su vida.
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