Muñoz, quien está al margen del aspecto relacionado con los Gobiernos que participarán en este encuentro el próximo diciembre en la capital chilena, destacó que los esfuerzos concretos son una gran ayuda para combatir el calentamiento global.
«Hemos llegado a un punto en la historia de la humanidad que se permite que, más allá de que el acto sea grande o pequeño, el acto individual, el de persona u organización, tiene una capacidad no solo de impactar por sí mismo sino que además de impactar a millones», ha afirmado este miércoles en un desayuno con la prensa internacional.
«Lo estamos viendo con los niños, con ciertas empresas, con innovadores, y es un signo de esperanza de que hoy en día, en un momento en el que necesitamos pasar a la acción climática, esos ejemplos nos van a direccionar hacia la ruta correcta, más allá de aquello que acuerden las naciones, que es tremendamente importante también», ha agregado.
Muñoz ha destacado que es necesaria una «altísima ambición climática» en las personas para que sea la población la que encabece el camino necesario para revertir las ya patentes consecuencias del cambio climático.
«Eso lo vamos a poner los individuos, porque somos justamente nosotros los que somos afectados por aquello que está pasando en el entorno», ha matizado.
Muñoz ha propuesto una serie de iniciativas adicionales a las medidas adoptadas por los Gobiernos en el 2015 en los Acuerdos de París en relación al medioambiente, que entre otras cosas destacaban los compromisos por reducir las emisiones de carbono.
Entre estas propuestas ha subrayado cuatro puntos orientados al cuidado de los bosques y la biodiversidad, La Antártida y los océanos, la economía circular y la electromovilidad y las energías renovables.
Con respecto al primer punto ha advertido de que es esencial que «no solo Chile, sino todo el mundo», sea consciente de la importancia de los bosques para mitigar los efectos del carbono en la atmósfera.
Asimismo, en el apartado acuático ha puntualizado la importancia del continente helado como «un gran polo de enfriamiento» a nivel mundial y la capacidad de los océanos de absorber carbono.
«En septiembre de este año vamos a tener un informe de las Naciones Unidas donde se nos muestra cuáles son las capacidades que tienen los océanos de capturar (carbono)».
La apuesta más palpable a pie de calle es la de cambiar de una economía lineal a una economía circular, que puede ser aplicada por cualquier persona o empresa, basada en la idea de no deshechar al medioambiente.
«Mover desde una economía lineal, extractiva, que no toma mucho en consideración lo que le pasa al medioambiente, a una economía que es respetuosa del entorno donde nos tenemos que desarrollar y por tanto una esperanza de cómo podemos llegar a todos los niveles de progreso y bienestar que necesitamos», ha señalado Muñoz.
Chile acogerá entre el 2 y el 13 de diciembre próximo la conferencia contra el cambio climático COP25, enfocada en los océanos, en la que entre otras cosas, los países participantes deberán concluir las negociaciones iniciadas en París en 2015 para poder implementar los planes de acciones acordados antes del 2030.
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