El máximo tribunal de Brasil aplazó, sin fijar nueva fecha, el debate previsto para el martes sobre un pedido de libertad del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien denuncia la supuesta «parcialidad» del ex juez y actual ministro de Justicia Sergio Moro.
La magistrada Carmen Lucía, presidenta de la segunda corte del Supremo Tribunal Federal (STF), retiró este lunes el recurso de la agenda. Con el inicio esta semana del receso judicial, la causa sólo podrá retomarse a partir de agosto.
La audiencia era esperada con expectativa por los partidarios de Lula, tras la divulgación este mes de supuestas filtraciones que muestran contactos entre Moro y los fiscales que presentaron las acusaciones por corrupción contra el exmandatario de izquierda (2003-2010), detenido desde abril de 2018.
En el año 2017, Lula fue condenado por Moro a 9 años y medio de cárcel, por corrupción pasiva y lavado de dinero. La pena fue reducida por un tribunal superior a 8 años y 10 meses.
El dirigente de 73 años de edad se declara inocente y denuncia una conspiración para evitar que la izquierda vuelva al poder.
Sus abogados pidieron la anulación del juicio en diciembre pasado, después que Moro aceptara ser ministro de Justicia del presidente ultraderechista Jair Bolsonaro, quien derrotó en las presidenciales de octubre a Fernando Haddad.
El debate se retomó en el STF después de las supuestas filtraciones del portal The Intercept Brasil, según las cuales Moro habría tenido una coordinación con los fiscales de la investigación anticorrupción Lava Jato, que llevó a la prisión a Lula y a decenas de empresarios y políticos.
Una docena de juristas, entre ellos el español Baltasar Garzón, abogaron este lunes por el ex mandatario: «Sergio Moro no sólo condujo el proceso de manera sesgada, sino que fue él quien lo dirigió», escribieron en una carta abierta publicada en el diario francés Le Monde.
En tanto, el diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente brasileño, afirmó en Twitter que «liberar a Lula y castigar a Moro sería peor que acabar con las esperanzas del pueblo brasileño».
Tras las revelaciones de The Intercept Brasil, Moro defendió su imparcialidad como juez durante una sesión de más de seis horas ante una comisión del Senado el miércoles pasado.
El ministro denunció los supuestos diálogos divulgados por The Intercept Brasil como un ataque «sensacionalista» y un «revanchismo» por su trabajo contra la corrupción.
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