Un nuevo capítulo en el libro de historia del beisbol profesional fue escrito este sábado en la Liga del Atlántico, el principal circuito independiente de Estados Unidos: en el juego entre los Blue Crabs de Southern Maryland y los Barnstormers de Lancaster, un robo de primera base ocurrió por primera vez y dos venezolanos fueron protagonistas.
La regla que las Grandes Ligas han solicitado que se aplique experimentalmente en esa liga tuvo una primera prueba y hubo al menos una cámara para grabarla, pues el equipo local, que al final ganó el encuentro, transmite sus juegos con un lente fijo detrás del home y con el relato de dos comentaristas.
El documento tiene valor adicional, por tratarse de un circuito con poca cobertura mediática, a pesar de reunir a varios ex grandeligas. De hecho, en la página web de los vencedores apareció la reseña del compromiso, pero ninguna alusión a la curiosidad.
Tony Thomas fue el osado corredor que salió al robo de la inicial. Sobre la lomita estaba precisamente un antiguo bigleaguer, el relevista venezolano Alejandro Chacín. Y detrás del plato, su compatriota Anderson De La Rosa, quien es conocido porque la defensa es su mayor virtud.
Chacín hizo un lanzamiento descontrolado en cuenta 0-1, con el duelo empatado a cero. De lejos pareció un slider muy afuera, que De La Rosa no pudo manejar. La nueva norma permite que el bateador se vaya, si eso ocurre con algún pitcheo, pero Thomas no emprendió la carrera hasta que vio la actitud despreocupada del receptor, que pareció olvidar la naciente regla. Entonces sí, largó en conquista de la almohadilla y llegó a salvo, sin que el consecuente esfuerzo del catcher le sirviera ni siquiera para hacer un disparo.
La MLB espera probar esa y otras variantes en la Liga del Atlántico. Desde esta semana también entra en uso la ayuda de radares para apuntar al umpire cuando el pitcheo pasa por zona buena. Pero hay más, aunque no se ha divulgado mucho: será posible tocar en foul una vez después de llegar a dos strikes, sin que ese foul sea el tercer strike; y se suavizará la sentencia del medio swing, dando a los bateadores mayor margen de error.
Esas reglas se unen a otras que están en práctica desde el inicio de la justa: no están permitidas las visitas al montículo, salvo por motivos médicos o de fuerza mayor; los serpentineros deben enfrentarse como mínimo con tres hombres, a menos que ocurran problemas físicos; las bases han sido ampliadas unos centímetros en su tamaño y el tiempo en el cambio entre entradas baja de 2:05 minutos a 1:45.
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