La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) presentó este viernes en Ginebra, Suiza, los resultados de una encuesta que tiene como base siete mil 846 entrevistas a familias que representan a 19 mil 600 inmigrantes venezolanos, que llevó a cabo en varios países de América Latina y el Caribe entre enero y junio de 2019.
«El 50.2 por ciento de las familias entrevistadas tenían al menos un miembro que estaba o está en riesgo, debido a su perfil demográfico específico, o porque debió recurrir a graves mecanismos de supervivencia negativos, como el sexo por supervivencia, la mendicidad o el envío de niñas y niños menores de 15 años a trabajar», reveló el informe de 27 páginas, que incluye varias gráficas.
La portavoz de ACNUR, Liz Thrissel, que presentó los resultados de la consulta, detalló que un 66 por ciento de los inmigrantes venezolanos, declaró que están sin empleo o que trabaja de manera informal.
Un 43 por ciento dijo que tiene dificultades alojamiento por la falta de recursos económicos y de documentos, así como por situaciones de discriminación por su nacionalidad.
La portavoz indicó que si bien los gobiernos de la región han otorgado permisos temporales a los venezolanos, un 34 por ciento de los entrevistados afirmó no tener ningún tipo de documentación, porque ingresó a un país de manera ilegal o porque el permiso que le otorgaron ya expiró.
El 29 por ciento dijo tener una visa de turista, el 20 por ciento un permiso temporal y sólo el 4.0 por ciento un permiso permanente.
Detalló que el 15 por ciento de los entrevistados solicitó asilo, y otro 26 por ciento manifestó su intención de hacerlo.
Throssell indicó que entre las personas que manifestaron no tener la intención de presentar una solicitud de asilo, en su mayoría es por desconocimiento de sus derechos y los procedimientos existentes, y porque algunos de manera errónea creían que solicitar asilo les impediría volver algún día a sus hogares.
Según la encuesta, el 14 por ciento de las personas entrevistadas declaró que había mendigado para cubrir los gastos de su viaje, y el 2.0 por ciento tuvo que recurrir al sexo por supervivencia.
El informe alertó que los riesgos relacionados con el sexo por supervivencia y la explotación son extremadamente altos para la población venezolana.
Enlistó los factores que contribuyen a esa condición tales como: “la situación económica precaria de las familias o de las mujeres solteras antes de la partida; la incapacidad de cubrir los costos del viaje; la disponibilidad limitada de empleo formal; la naturaleza temporal de los permisos de residencia otorgados a las personas venezolanas; y el estigma asociado a las mujeres, niñas y personas con orientación sexual e identidad de género diversa”.
Las entrevistas se realizaron entre los venezolanos que inmigraron a Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Perú, República Dominicana y Uruguay.
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